15 agosto 2024

Celebrando la Palabra - XX Domingo del Tiempo Ordinario (18 de agosto)

 Material para el Animador de la Palabra.

Celebración del XX Domingo del Tiempo Ordinario. Ciclo B. 18 de agosto de 2024.

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1. AMBIENTACIÓN

 

Podemos colocar delante del altar una de estas frases: “Sed fuertes, no temáis” o, “Decían: Todo lo ha hecho bien”.

 2. RITOS INICIALES

 

Monición de entrada. Han pasado las vacaciones para la mayoría y comenzamos a pensar en un nuevo curso. También nuestro proyecto de fraternidad comunitaria (parroquial) comienza a reclamarnos una nueva organización. Recordamos que es muy importante la participación de todas y todos para la buena marcha de la comunidad.

La cobardía o el desinterés por lo comunitario no se comprenden en un creyente, la vida de fe nos compromete en la fraternidad, en la vecindad, Tampoco hacen buena pareja los enchufes y los privilegios en la vida de un creyente. El desquite de Dios es sorprendente, pero acertadísimo: hacer que todos los sentidos y recurso humanos funcionen en la dirección correcta: hacia la fraternidad. En esto consiste la salvación que predicó y ejercitó Jesús. Por eso en el colmo del asombro la gente decía: “Todo lo ha hecho bien”.

Canto

Saludo. Hermanas y Hermanos, bendigamos al Señor, que salva estimulando todas nuestras capacidades.

Acto penitencial.

Porque somos cobardes ante la salvación que nos ofreces, Señor, ten piedad.

Porque nos falta sensibilidad contigo y con los hermanos, Cristo, ten piedad.

Porque tu misericordia es mayor que nuestro pecado, Señor ten piedad

Gloria

Oración. Padre y Señor nuestro, que nos amas e inspiras el seguimiento de Jesús; míranos con misericordia y ayúdanos a entender y practicar la espiritualidad del Evangelio. Por J. N. S. Amén

 

 

3. LITURGIA DE LA PALABRA

 

Monición las lecturas. La característica principal de nuestro Dios es animar la vida cuidándola. Tiene tanto interés por nosotros que no quiere que esté bloqueado ninguno de nuestros sentidos. ¡Qué bien lo expresa el mensaje de este domingo!

Pero esta opción de Dios a favor de la vida y de la dignidad de todos reclama de nosotros un comportamiento sin favoritismos ni discriminaciones, atento y generoso sobre todo con los más desfavorecidos. Sobre esto es especialmente clara la segunda lectura.

Lecturas. Is 35,4-7a. Salmo o canto. St 2,1-5. Aclamación. Mc 7,31-37. (Breve silencio)

Comentario homilético. Podríamos afirmar que la atención, y hasta, podríamos decir, la predilección por los desfavorecidos, es el hilo conductor del mensaje bíblico de hoy, y no solamente de hoy; pues es una constate en la Biblia la preocupación por los más necesitados. Esto merece una pequeña explicación: No es que haya que favorecerlos porque sean mejores que los demás, sino porque suelen ser víctimas de la injusticia y de la desigualdad de oportunidades, porque toda persona es sujeto de una dignidad fundamental y porque el objetivo de Dios es la fraternidad.

Así pues, destacamos en primer lugar, la frase del texto de Isaías: “Decid a los cobardes de corazón: sed fuertes, no temáis”. Resaltamos esto porque el Dios de la vida y el Mesías redentor pueden hacer muy poco por nosotros si mantenemos una condición débil, encogida y enfermiza. El mayor milagro que busca Dios en nosotros es que desarrollemos nuestras capacidades plenamente, Él siempre ayuda a quien se ayuda. Es así como entiende su desquite en nuestro favor. Salvación divina y plenitud de rendimiento por nuestra parte se corresponden. (Los milagros del corazón) el cambio de mentalidad.

En segundo lugar, recordar que el aire de comunión fraterna es el que debe respirarse siempre en toda comunidad cristiana. Los privilegios discriminatorios son el resultado de una práctica humana contraria a los planes de Dios. Para Él todos somos iguales en origen y en dignidad: todos somos sus hijos. De ahí deriva, y no de otro lugar, que el titulo fundamental entre los cristianos sea el de hermano. Por tanto, hacer fraternidad es una tarea principal que nos pide nuestra vocación. Recordamos lo que hemos leído en la carta de Santiago. “No juntéis la fe... con la acepción de personas” En una comunidad cristiana auténtica nunca habrá privilegios ni favoritismos. En todo caso nos hemos de fijar más en quienes tienen menos recursos y más limitaciones y esto no para generar una nueva desigualdad, sino por exigencia del Reino de Dios.

Destacamos en el Evangelio los valores que resaltan en Jesús, son principalmente su cercanía y cariño a las personas con dificultades, esto se aprecia de una manera especial en el contacto con los enfermos y los desfavorecidos de la sociedad. Con estos, Jesús dialoga menos con palabras y, más con gestos simbólicos y con el lenguaje de los sentimientos y el contacto físico. Con el sordomudo que nos ha presentado hoy el Evangelio, Jesús utilizó este lenguaje sacramental y el resultado fue estupendo.

Por último, destacamos una frase del Evangelio. En el colmo del asombro la gente decía: “Todo lo ha hecho bien” Los primeros cristianos resumían el testimonio de Jesús diciendo que: “Pasó por el mundo haciendo el bien”. ¿Cómo se consigue esto? Planteándolo y diciéndolo todos los días, valorando el amor y el servicio a los demás como mandamientos que lo resumen todo. Si decidimos a diario hacer bien lo que hacemos y hacer el bien a todos, casi sin darnos cuenta iremos creciendo en sensibilidad y en equilibrio. De momento ahí tenemos el ejemplo de Jesús, reconocido y aplaudido por las personas que le conocen. (silencio de interiorización)

Credo

Oración de los fieles

Por la Iglesia, para que tome partido por los más pobres y refleje ese rostro de Dios que anima la vida, roguemos al Señor.

Oremos para que en las comunidades cristianas no haya privilegios ni signos de poder, sino fraternidad y servicio preferentemente a los más necesitados, roguemos al Señor

Para que evangelicemos apasionadamente comunicando a los demás cómo nos llena Jesús. Roguemos al Señor

Por todos las niñas y niños que comienzan su formación escolar, para que reciban una educación integral. Roguemos al Señor

Por todas nuestras intenciones y preocupaciones. Roguemos al Señor

 

 

4. RITO DE LA COMUNIÓN

 

Monición. Porque hemos abierto toda nuestra persona a la acción salvadora de Dios, nos acercamos con confianza a compartir el pan de los fuertes, decididos a ser fraternos y sensibles con los más desfavorecidos.

Canto

Introducción al Padre nuestro

Bendito seas, Padre santo y misericordioso,
porque todos los que esperan en Ti
nunca quedan defraudados.

Tú eres la fuerza de los débiles,
el liberador de todos los oprimidos,
el Dios que nos salva.

Te damos gracias por Jesús,
que puso du vida al servicio de todos,
pero dando preferencia a los más desfavorecidos.

En Él se cumplieron tus promesas:
abrió los ojos a los ciegos y los oídos a los sordos,
soltó la lengua de los mudos,
proclamó la liberación a todos los cautivos
en un tiempo de gracia que todavía disfrutamos.

Padre santo, Jesús es el mayor signo de tu Reino.
Nadie como Él nos impulsa a vivir con todos los sentidos.

Llenos de tu Espíritu salvador , nos unimos en oración
y juntos nos atrevemos a decir: Padre nuestro....

Gesto de la paz

Distribución de la comunión.

Canto

Acción de gracias

Seamos comunicación, hermanos,
porque hemos nacido para eso.

Seamos comunicación porque la Palabra de Dios
se comunica en nuestra misma carne.

Seamos comunicación porque hemos sido marcados
por el testimonio del Espíritu Santo.

Comuniquemos, hermanos:
hablemos la verdad, gritemos la esperanza
hagamos público el mensaje supremo del amor.

Los hijos e hijas de Dios no pueden estar callados:
no podemos ser sordos ni mudos ni dejarnos aislar.

Juntemos nuestras voces en gritos de Evangelio.
Forcemos los espacios de la nueva humanidad.

Pedro Casaldáliga.

 

 

5. RITO DE CONCLUSIÓN

 

Compromiso. Seguir el ejemplo de Jesús: Todo lo ha hecho bien

Oración después de la comunión. Se toma del misal

Monición final. Está claro que todos necesitamos que Dios nos ponga a unto los sentidos. Unos más otros menos, encontramos limitaciones en nuestra condición humana y cristiana. A veces nos cuesta entender, transmitir y testimoniar lo que verdaderamente nos ayuda a vivir: la fe y el Evangelio. Estamos necesitados de conversión y de opción preferencial por los más necesitados. Que el Señor nos ayude a ser una comunidad viva que sigue su marcha con buen ritmo.

Bendición

Canto final y despedida.

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