08 junio 2023

ALABADO Y ADORADO SEAS, SEÑOR

 

ALABADO Y ADORADO SEAS, SEÑOR

Sí, Señor; y, por siempre, seas amado

Apreciado en un mundo tembloroso y con amores mediocres

Adorado por aquellos que, primero sí y luego con un no

nos resistimos a entrar con fuerza por los caminos

que Tú señalaste mientras estuviste con nosotros.

Sí, Señor; que tu presencia –real y misteriosa-

sea venerada en medio de tantos dioses

que, sin poder alguno, logran reverencias

y honores, títulos y mil prebendas.

Sí; Señor; que la Eucaristía –centro y cumbre de la vida cristiana-

sea esa veleta que nos oriente hacia el bien;

sea esa espoleta, que al descubrirla,

explosione en semillas de verdad, de paz y de fe

Sí; Señor.

¡Que tu nombre sea bendecido!

Hoy, más que nunca, necesitamos pronunciar tu nombre

¿Nos dejas Señor?

¿No correremos el riesgo de resignarnos a dejarte

blanco y reluciente en el centro de la custodia?

¿No estaremos indicando al mundo que, Cristo está presente

pero que, su vida, nos interesa poco o nada?

¡Que tu nombre sea anunciado!

Que las calles y las plazas por las que has pasado, Señor,

sean altavoces inmensos por los que el mundo conozca y escuche

tu historia y tus milagros, tu fuerza y tu poder

tu gracia y tu misericordia, tu paz y tu consuelo

¡Bendícenos, Señor, en este día del Corpus!

Porque estamos débiles, llénanos de Ti

Porque estamos sordos, háblanos de Dios

Porque estamos paralizados, levántanos

Porque vivimos en un sin vivir, danos vida de tu vida

Porque miramos poco al cielo, sé un destello del Dios vivo

¡Que vivas, Señor! ¡En el cielo y en la tierra!

¡En las montañas y en el mar! ¡En los corazones y en las almas!

¡En el altar y en las plazas! ¡En la iglesia y en el mundo!

¡En el niño y en el joven! ¡En el anciano y en las familias!

¡Vive, Señor! ¡No dejes nunca de salir, del resplandeciente altar al duro suelo!

Y, sí a tu paso, ves miseria y contradicciones,

aridez y pecado, dureza y cansancio…

No desertes de hacer lo que siempre has realizado:

Poner abundancia donde existía escasez

Salud donde desgranaba la enfermedad

Fe allá donde despuntaba la duda

Confianza en aquellos que hace tiempo viven en la incertidumbre

¡Vive, Señor! ¡Y no dejes de bendecirnos! Amén


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