SOMOS HERMANOS A LA MESA DEL MISMO PADRE
Por José María Maruri, SJ
1.- Jueves Santo se celebra la Institución. Hoy, la realidad de la presencia de Jesús entre nosotros. Y se hace con Él lo que cada uno hacemos cuando tenemos entre nosotros una persona amiga e importante para nosotros, que es homenajearla, enseñarla nuestra casa y nuestro pueblo. Y de ahí las procesiones.
2.- Es una realidad como la vuestra ahí y la mía aquí. No le vemos ni palpamos. Aun entre nosotros el caer en la cuenta honda de que lo que otra persona es para nosotros no depende de esos dos sentidos. Es un caer en la cuenta interior. Es un abrirse de repente una coincidencia nueva de ese ser para mí. Así, sin palpar, ni ver, a través de la fe debemos caer en la cuenta de la realidad de que Jesús está aquí entre nosotros. Yo llamaría a esta realidad, métrica porque tiene distancias, y de agenda porque tiene dirección.
3.- Jesús esta con nosotros como amigo…
--¿Vivimos esa realidad de amigo?
--¿Nos acordamos de Él?
--¿Deseamos visitarle?
--¿O venimos los domingos por obligación?
--¿Le contamos nuestras cosas o le rezamos oraciones?
--¿Le hacemos participante de nuestras alegrías y penas…?
--¿y cuando las tenemos venimos a contárselas?
--¿Cuenta Él en nuestra vida diaria o sólo los domingos?
--¿Hablamos de Él con los amigos nuestros…?
--¿o lo tenemos excluido de nuestras amistades humanas?
4.- Jesús está aquí como centro de unión. Mientras vive la madre los hijos no se dispersan. Es ese común amor el que mantiene unida a la familia.
Jesús empleó otra imagen conforme a la menta campesina de los que le oían: la de gallina clueca que tiene bajo sus alas a los polluelos.
No sólo es foco de unión externa, por el amor que le tenemos, por nuestra unión en un mismo amor.
Jesús Eucaristía es hacedor de esa unión internamente, como dice San Pablo. Los que comemos un mismo Pan formamos un solo Cuerpo, somos miembros unos de otros porque participamos en una misma vida, la de Dios.
Nos invita a una misma Cena reunidos a su mesa. Somos hermanos a la mesa del mismo Padre.
--¿Salimos de cada Eucaristía más hermanos de los que asisten a la misma
Eucaristía?
--¿O son para nosotros como el banco en que nos sentamos o la columna en que
nos apoyamos?
--¿Es verdadera la paz que les damos o es una pura fórmula?
5.- En la Eucaristía, en el Padre Nuestro, oramos y pedimos en plural. No es un plural en que van incluidos solo los míos sino estos que dicen el Padre Nuestro conmigo, y yo pido por ellos, por sus necesidades, aunque yo no las conozca.
Desde los primeros tiempos no se ha podido separar Eucaristía de caridad y amor entre hermanos, no hay Eucaristía sin hermanos a los que una.
Todo el anhelo de Jesús fue crear un pueblo de hermanos y el Sacramento que nos dio para esa unión es la Eucaristía que significa y simboliza unión y la produce.
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