31 julio 2019

LITURGIA DEL DOMIGO 18 DEL TIEMPO ORDINARIO “C”

4 DE AGOSTO DE 2019
Liturgia de las Horas – Segunda Semana del Salterio

R I T O S    I N I C I A L E S

CANTO DE ENTRADA.
Dios nos convoca, venid y escuchemos su voz.  La mesa ha preparado su pan es salvación.  Gracias Señor por ser tus invitados.

Venid celebrad la palabra, venid acoged la verdad. Y en hermandad cantad la Nueva Alianza. 

SALUDO Y MONICIÓN.

ACTO PENITENCIAL.

GLORIA.

ORACIÓN COLECTA.

LITURGIA DE LA PALABRA

PRIMERA LECTURA. 

Lectura del libro del Eclesiastés  1,  2; 2, 21‑23

¡Vanidad de vanidades! -dice Qohelet- ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad!
Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave dolencia. 
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? 
De día su tarea es sufrir y penar; de noche no descansa su mente. 
También esto es vanidad.  
PALABRA DE DIOS

SALMO RESPONSORIAL. Salmo 89.
Antífona: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación. 

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo: «Retornad, hijos de Adán.» Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó; una vela nocturna.

Si tú los retiras  son como un sueño, como hierba que se renueva que florece y se renueva por la mañana, y por la tarde la siegan y se seca.

Enséñanos a calcular nuestros años, para que adquiramos un corazón sensato. Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.

Por la mañana sácianos de tu misericordia, y toda nuestra vida será alegría y júbilo. Baje a nosotros la bondad del Señor y haga prósperas las obras de nuestras manos. Sí, haga prósperas las obras de nuestras manos. 

SEGUNDA LECTURA. 
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 3, 1‑5. 9‑11

Hermanos: 
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. 
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él. 
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. 
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.         
PALABRA DE DIOS

ALELUYA.
Antífona: Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

EVANGELIO.
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 13‑21

En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.»
Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?»
Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes.» 
Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Que haré? No tengo donde almacenar la cosecha." 
Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente." 
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?" 
Así es el que atesora para sí y no es rico ante Dios.»      
PALABRA  DEL SEÑOR

HOMILÍA.

CREDO.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

LITURGIA EUCARÍSTICA

OFERTORIO.
Canto:
En tus manos divinas de Padre hemos puesto, Señor, nuestro mundo.

Estos brazos que elevan alegres las ofrendas de vino y de pan.

Nuestro mundo camino hacia el cielo, nuestras almas hambrientas de Ti.

Esta tierra labrada con pena, donde brilla velada tu luz.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.

PREFACIO Y SANTO.

PLEGARIA EUCARÍSTICA.

RITO DE LA COMUNIÓN

PADRE NUESTRO.

RITO DE LA PAZ.

CORDERO DE DIOS.

COMUNIÓN.
Canto:
Al atardecer de la vida me examinarán del amor.  Al atardecer de la vida me examinarán del amor.

Si ofrecí mi pan al hambriento, si al sediento di de beber, si mis manos fueron sus manos, si en mi hogar le quise acoger.

Si ayudé a los necesitados, si en el pobre he visto al Señor, si los tristes y los enfermos me encontraron en su dolor.

Aunque hablara miles de lenguas, si no tengo amor nada soy.  Aunque realizara milagros, si no tengo amor nada soy.   

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.

Señor de la Eucaristía: dame fuerza para recorrer cada día el camino de la vida.

Señor de lo puro y limpio: dame unos ojos que te vean.

Señor del amor desinteresado: dame unas manos que compartan.

Señor libre en tu pobreza: dame un corazón más allá de las cosas.

Señor del hombre: dame el saber valorar a las personas por lo que son.

Señor de la vida eterna: dame un corazón abierto a los valores definitivos.

Señor de lo esencial: dame un corazón capaz de dar con gozo; de dar siempre. 

ORACIÓN.

RITO DE CONCLUSIÓN.

BENDICIÓN Y DESPEDIDA.

Canto.
Te damos gracias, Señor, de todo corazón.  Te damos gracias, Señor, cantamos para ti.

A tu nombre daremos gracias, por tu amor y tu lealtad, te llamé y me escuchaste, aumentaste el valor en mi alma.

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