Prepara: Javier Leoz
1. MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos, hermanos y amigos, a esta Eucaristía familiar en este recién comenzado mes de septiembre. Damos gracias a Dios por su Palabra. ¿Pero la escuchamos? ¿No os parece que, a veces, somos sordos a lo que el Señor nos propone o nos señala? Abramos nuestro corazón, nuestros oídos, nuestra inteligencia. Porque, el Señor, sale a nuestro encuentro y nos da su fuerza y su valor. Alegrémonos en este Día del Señor.
Nos ponemos de pie.
2. PENITENCIAL
2.1. Por las veces en que llegamos tarde a la Eucaristía y no escuchamos las lecturas de la Palabra de Dios. Señor, ten piedad
2.2. Por el excesivo ruido que nos impide hablar con los demás; porque preferimos la música a la relación con nuestros padres o con nuestros amigos. Cristo, ten piedad
2.3. Por creernos todo lo que nos dicen. Por no creer o no esperar en lo que Jesús nos habla. Señor, ten piedad.
3. MONICIÓN A LAS LECTURAS
Dios es Salvación y vida. Su presencia siempre es un cambio para el que cree y espera en El. Por ello mismo, si creemos en El, todos somos iguales, somos hermanos. Que el Evangelio de este día, además, nos ayude a escuchar y pensar siempre en lo que Dios quiere de nosotros.
4. ORACIÓN DE LOS FIELES
4.1. Por la Iglesia. Para que nos despierte de la sordera espiritual y podamos seguir mejor al Señor. Roguemos al Señor.
4.2. Por los sordos. Por aquellos que no pueden tener las sensaciones que nosotros tenemos a través de la música, de la palabra y de tantas cosas. Roguemos al Señor.
4.3. Por los que intentan adormecer la conciencia de las personas. Para que respeten los valores y las ideas de los demás. Roguemos al Señor.
5. OFRENDAS
5.1. Con este frasco de GOTAS DE DIOS queremos ofrecer al Señor nuestra necesidad que abra nuestros oídos a su Palabra. Que no nos separemos de EL.
5.2. Con este mural “BLA, BLA, BLA, BLA” queremos representar a un mundo lleno de palabras pero vacío de muchos sentimientos y de cariño.
5.3 Con el PAN y el VINO bendecimos a Dios y le damos gracias porque siempre escucha nuestras plegarias y nuestras necesidades.
6. ORACION FINAL
ABRE MIS OIDOS, SEÑOR
Para que te escuche y no me aleje de Ti
ABRE MIS OIDOS, SEÑOR
Para que nadie me engañe con falsas palabras
ABRE MIS OIDOS, SEÑOR
Para que te conozca cómo eres
ABRE MIS OIDOS, SEÑOR
Para que Tú me guíes y me acompañes
ABRE MIS OIDOS, SEÑOR
Y condúceme todos los días de mi vida
Amén
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