XXIV Domingo del Tiempo Ordinario
16 Septiembre 2018
16 Septiembre 2018
Isaías 50, 5-9a; Salmo 114; Santiago 2, 14-18; Marcos 8, 27-35
Pedro declara que Jesús es el Mesías
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a los poblados de Cesarea de Filipo. Por el camino les hizo esta pregunta: “¿Quién dice la gente que soy yo?” Ellos le contestaron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que Elías; y otros, que alguno de los profetas”. Entonces él les preguntó: “Y ustedes ¿quién dicen que soy yo?” Pedro le respondió: “Tú eres el Mesías”. Y él les ordenó que no se lo dijeran a nadie. Luego se puso a explicarles que era necesario que el Hijo del hombre padeciera mucho, que fuera rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, que fuera entregado a la muerte y resucitara al tercer día. Todo esto lo dijo con entera claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y trataba de disuadirlo. Jesús se volvió, y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro con estas palabras: “¡Apártate de mí, Satanás! Porque tú no juzgas según Dios, sino según los hombres”. Después llamó a la multitud y a sus discípulos, y les dijo: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio, la salvará”.
Reflexión
Jesús les dice que Él tiene que sufrir, morir, y resucitar. Pedro no quería que Jesús sufriera porque lo amaba mucho. Pero, Jesús nos dice que hay cosas más importantes que pensar en uno mismo. ¿Por qué tiene que morir Jesús? Jesús dice que el mundo piensa diferente que Dios piensa. Muchos pensaban que el Mesías iba a liberar al pueblo de Israel de los Romanos. Pero Dios pensaba mas allá de la vida terrenal; Él piensa en la vida eterna que no se acaba. ¿Cuál es más importante?
Actividades
Preparen para llevar al grupo cruces de cartulina. En ellas pídanle que escriban o dibujen algo que les parece difícil, pero que van a hacer esta semana para demostrar que creen y aman a Jesús y lo quieren seguir. Peguen la oración detrás. Luego colocan en las cruces en un cartel con una foto de Jesús y al colocarlas dicen: “Quiero seguirte, Jesús, ayúdame.”
Oración
Señor, a veces rechazamos tu cruz porque no la reconocemos como nuestra. Ayúdanos a ver las necesidades de nuestros hermanos y enséñanos a servirles. Ayúdanos a reconocerte en las pequeñas cruces diarias y a entregar nuestras vidas por amor, para recibir tu vida. Amen.
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