31 agosto 2018

Limpia mi corazón y mi mirada

Señor, que no sea yo de los que van 
viendo el error en el otro,
que no cuide mi imagen,
para que me valoren,
que no quiera aparentar
más de lo que soy,
que enseñe mis fallos con libertad 
y me acepte con aciertos y errores, 
tal como soy.

Limpia de nosotros, Señor,
toda falsedad,
toda mediocridad encubierta
o apariencia engañosa, 
enséñanos a aceptarnos del todo, 
como Tú nos quieres,
a potenciarnos comunitariamente,
a facilitarnos la superación
de dificultades,
a darnos la mano para caminar
la vida juntos,
y a minimizar los fallos propios y ajenos.

Haznos, como Tú,
cada día más hermanos,
que nuestro corazón amplíe sus puertas,
nuestra mente sea comprensiva
con toda situación,
nuestras manos estén dispuestas
a acoger a todos
y nuestro espíritu sea empático,
como lo era el tuyo.

Límpianos de todo escrúpulo enfermizo,
borra de nuestra mente toda culpa engañosa,
quítanos las manías que nos separan
y las rotundidades que nos alejan,
ensánchanos el corazón y amplía
nuestra mirada
para entenderlo todo con cariño
y respeto.

Mari Patxi Ayerra

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