08 junio 2017

Stma. Trnidad: Moniciones 2

Recibid nuestra más cordial bienvenida a la Eucaristía en la que vamos a recordar y festejar a la Santísima Trinidad. El Dios Trino y Uno es la muestra inefable del Amor Divino. No es un Dios lejano y solitario a quien celebramos. Es el Dios Familiar: conviven en plena comunión de amor, el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo. Y en este día pleno de Amor, con mayúsculas la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus, referida al esfuerzo en la oración y en el amor de quienes, desde sus conventos y clausuras, rezan continuadamente por toda la Iglesia y por todos nosotros. Contemplación del Amor Divino que se engrandece en sus criaturas. Deciros también que iniciamos el Tiempo Ordinario, en el que la Iglesia, en el seguimiento de Cristo, alcanza su velocidad de crucero. Muchas cosas para este día grande… Tiempo éste que nos llevará hasta el 2 de diciembre en que iniciaremos el Adviento… Iniciemos, pues, nuestra Eucaristía con vibrante alegría y amor total por Dios y por nuestros hermanos…




1.- En la primera de las lecturas, sacada del Libro del Éxodo, se nos presenta a Moisés subiendo al monte para encontrarse con el Señor que baja en la nube para encontrarse con él. Dios siempre toma la iniciativa y hace que el hombre suba para descender Él a su encuentro. Los grandes acontecimientos siempre suceden en un monte: Moisés, las Bienaventuranzas, la Transfiguración, la Ascensión...Y es que cuando se va al encuentro de Dios hay que ascender en la vida, sin cansancio, sin equipaje, sin seguridades materiales.

2.- San Pablo en el fragmento de la segunda carta a los fieles de Corinto, que conforma nuestra segunda lectura de hoy, va a construir una de las oraciones litúrgicas más notables de las que hacen referencia a la Trinidad y que definen los dones de cada una de las personas divinas. Hemos de prestar especial atención al mensaje que ofrece Pablo de Tarso.

S.- Hemos de hacer especial mención, hoy, del Salmo responsorial, no está sacado del Salterio, como suele ser habitual, sino que procede de la oración de Daniel contenida en el capítulo 2 de su Libro y que constituye un vibrante ejercicio de bendición a Dios.

3.- San Juan en el evangelio, condensa la voluntad de Dios, respecto a la Redención. Y en ello es similar a la acción relatada en la primera lectura y en la que Moisés experimenta la intimidad de Dios, sus consejos para mejor vivir en la Tierra. Juan explica que el amor de Dios nos ofreció a su Hijo Único para que todos fuésemos felices y nos salváramos.

Lectura de Postcomunión

MONICIÓN

Presentamos, hoy, la habitual oración de padre Leoz para estos momentos finales de nuestra Eucaristía. En la fiesta de la Santísima Trinidad el texto es un poco más largo



¿CÓMO LO HACES, OH DIOS?

¿Cómo llegas a tal comunión íntima y perfecta?

¿Cómo, sin perder naturaleza alguna 

te presentas de formas tan distintas

y, a la vez, tan armónicamente unidas?

Amor; sí; amor que busca el bien y la felicidad divina

Amor; sí; amor que disfruta entregándose 

Amor; sí; amor que es secreto de la grandeza trinitaria

Amor; sí; amor que asombra y nos acerca a este Misterio

Amor; sí; amor que irradia el núcleo del corazón trinitario

Amor; sí; amor que exige ser también UNO con Dios 

como, el Hijo y el Espíritu son también con el Padre.

Amén

Exhortación de despedida

Salgamos del templo con la gran alegría suscitada por el conocimiento de que un Dios que se manifiesta Uno y Trino es un Dios que ama mucho, tanto que es su substancia. Dios es amor.

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