El día señalado hizo su entrada
en la hija de Sión, ciudad gloriosa,
el mismo Hijo del hombre,
en clamorosa acogida,
con mantos alfombrada.
Olivas y aleluyas en la estrada,
florecida esperanza, viva rosa,
adornada de blanca mariposa,
niña nueva nacida en alborada.
De pobres y niños escoltado
el pollino camina mansamente,
sus ojos asombrados,
y su frente orgullosa del peso enamorado.
Que no se acabe nunca este momento,
que estamos celebrando un sacramento!
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