MONICIÓN DE ENTRADA
Recibid nuestra más cordial bienvenida a la celebración eucarística de este lunes, día primero de noviembre. Y hoy es un día muy especial para todos nosotros, y para la Iglesia universal. Vamos a festejar a Todos los Santos, a esas personas, muchos de ellos serán amigos nuestros y familiares, que ya están contemplando la luz del rostro de Dios. Son personas que supieron trazar su vida sirviendo a Dios y a sus hermanos. Y ya eternamente felices. El origen de esta fiesta es muy antiguo y se relaciona con la dedicación a Santa María, a la Virgen, en Roma, del Panteón de mártires. Dispongámonos, con mucha alegría y gozo, a iniciar esta misa de Todos los Santos, pensando que, un día, nosotros acompañaremos a quienes ya disfrutan de la Gloria de Dios. Y deciros que nos volveremos a ver mañana sábado en la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos y, por supuesto, el domingo en la Eucaristía del Domingo 31 del Tiempo Ordinario.
Lectura de Postcomunión
MONICIÓN
Repitamos todos juntos esta plegaria del Padre Leoz dedicada al Día de Todos los Santos. Es nuestra oración para todos los nuestros que un día estuvieron entre nosotros y hoy nos esperan en el cielo.
¿SANTOS? ¿ES POSIBLE HOY? ¡CLARO QUE SÍ!
Dicen que, el salmón, es tan rico porque nada contracorriente
Por ello mismo, los santos, son tan enriquecedores
para nuestra iglesia y para nuestra fe
Supieron decir “no” donde el mal decía “sí”
Tuvieron agallas de señalar un “sí” donde el maligno gritaba “no”
Ahora, no puede ser de otra manera,
en el cielo destellan multitud de los nuestros
por Toda una vida de fe, de confianza y de amor
¿Seremos capaces de aspirarlo nosotros?
Exhortación de Despedida
Santos, amigos, aquellas personas buenas que estuvieron con nosotros y que hoy gozan de la visión beatífica del Rostro del Señor. Todos los Santos con nosotros en nuestra ayuda y para interceder por nosotros. Amigos que están pendientes de nuestra felicidad aquí en la Tierra.
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