MONICIONES
Entrada: Acercándonos a la Navidad la liturgia nos evoca los momentos previos al nacimiento del Mesías como fueron su Anunciación y Encarnación en el seno de la Virgen María. Que la escucha de la Palabra y la recepción del Cuerpo y de la Sangre de Cristo en esta Eucaristía nos ayuden a fortalecer la unidad en nuestras familias.
Corona de Adviento: Hermanos: Vamos a encender la cuarta vela de nuestra corona de Adviento. En este último domingo de Adviento y en vísperas de la Navidad, nos preparamos para recibir a Jesús, la luz que viene de lo alto.
Lecturas: Este domingo de Adviento tiene ya el sabor de la Navidad. Por eso las lecturas de hoy van situándonos en el escenario de los hechos, nos presentan a los personajes que los protagonizarán y nos ayudan a descubrir el sentido profundo de lo que vamos a celebrar muy pronto.
Ofrendas: Queridos hermanos, preparemos ahora la mesa de la Eucaristía, llevando el vino y el pan. Con ellos ofrecemos nuestra vida y sus esfuerzos cotidianos.
Comunión: Del seno purísimo de la Virgen María toma cuerpo el Hijo de Dios, que ahora se nos ofrece en el banquete eucarístico. Acerquémonos a recibirle.
ORACIÓN UNIVERSAL
Queridos hermanos: Presentemos a Dios Padre nuestras necesidades, por la intercesión de María, modelo de fe y esperanza, para que la venida del Salvador haga florecer la paz entre los hombres. Lo haremos diciendo todos: «Señor, escucha la oración de tu pueblo»
1. Por la Santa Iglesia, para que anime con la caridad evangélica los esfuerzos orientados a la construcción del Reino de Dios entre los seres humanos. Oremos.
2. Por los responsables del gobierno de las naciones, especialmente los de nuestro país, para que pongan a la base de sus planes de gobierno el valor primario de la persona humana, según la enseñanza y el ejemplo de Cristo, nuestro Maestro. Oremos.
3. Por los enfermos y cuantos pasan algún tipo de necesidad para que encuentren ayuda generosa y fraterna en las comunidades cristianas y puedan disfrutar de alegría y seguridad. Oremos.
4. Por nuestra comunidad, para que camine al encuentro del Señor con renovado espíritu y con gran fe se prepare para celebrar el nacimiento de Cristo. Oremos.
Padre Celestial, que quisiste habitar entre nosotros y te encarnaste en las entrañas de María, acoge las súplicas de tus hijos, y haz que lleguemos bien preparados a la próxima fiesta de la Navidad. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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