15 octubre 2024

Domingo 20 octubre 2024, XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B.

 XXIX DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Antífona de entrada Sal 16, 6. 8
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras. Guárdame como a las niñas de tus ojos, a la sombra de tus alas escóndeme.
Ego clámavi, quóniam exaudísti me, Deus; inclína aurem tuam, et exáudi verba mea. Custódi me, Dómine, ut pupíllam óculi; sub umbra alárum tuárum prótege me.

Monición de entrada
Año B
La eucaristía es el memorial del sacrificio de Cristo en la cruz. Por eso, seguir a Jesús supone recorrer el mismo camino que hizo él: un camino de amor, humildad y obediencia a la voluntad de Dios, hasta entregar la propia vida. Pero no tengamos miedo, mantengamos la fe en aquel que sabe bien de nuestras debilidades e intercede constantemente por nosotros ante el Padre.

Acto penitencial
Todo como en el Ordinario de la Misa. Para la tercera fórmula pueden usarse las siguientes invocaciones:
Año B
- Tú, que te compadeces de nuestras debilidades: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
- Tú, que has sido probado, como nosotros: Cristo, ten piedad.
R. Cristo, ten piedad.
- Tú, que has dado tu vida en rescate por todos: Señor, ten piedad.
R. Señor, ten piedad.
En lugar del acto penitencial, se puede celebrar el rito de la bendición y de la aspersión del agua bendita.

Se dice Gloria.

Oración colecta
Dios todopoderoso y eterno, haz que te presentemos una voluntad solícita y estable, y sirvamos a tu grandeza con sincero corazón. Por nuestro Señor Jesucristo.
Omnípotens sempitérne Deus, fac nos tibi semper et devótam gérere voluntátem, et maiestáti tuae sincéro corde servíre. Per Dóminum.

LITURGIA DE LA PALABRA
Lecturas del XXIX Domingo del Tiempo Ordinario, ciclo B (Lec. I B).

PRIMERA LECTURA Is 53, 10-11
Al entregar su vida como expiación, verá su descendencia, prolongará sus años
Lectura del libro de Isaías.

El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento,
y entregar su vida como expiación:
verá su descendencia, prolongará sus años,
lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Por los trabajos de su alma verá la luz,
el justo se saciará de conocimiento.
Mi siervo justificará a muchos,
porque cargó con los crímenes de ellos.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Salmo responsorial Sal 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 (R.: 22).
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.

V. La palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.

V. Los ojos del Señor están puestos en quien lo teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.

V. Nosotros aguardamos al Señor:
él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
R. Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros, como lo esperamos de ti.
Fiat misericórdia tua, Dómine, super nos, quemádmodum sperávimus in te.

SEGUNDA LECTURA Heb 4, 14-16
Acerquémonos con seguridad al trono de la gracia
Lectura de la carta a los Hebreos.

Hermanos:
Ya que tenemos un sumo sacerdote grande que ha atravesado el cielo, Jesús, Hijo de Dios, mantengamos firme la confesión de fe.
No tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino que ha sido probado en todo, como nosotros, menos en el pecado. Por eso, comparezcamos confiados ante el trono de la gracia, para alcanzar misericordia y encontrar gracia para un auxilio oportuno.

Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.

Aleluya Mc 10, 45
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. El Hijo del hombre ha venido a servir y dar su vida en rescate por muchosR.
Fílius hóminis venit ut ministráret, et daret ánimam suam redemptiónem pro multis.

EVANGELIO (forma larga) Mc 10, 35-45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en rescate por muchos
╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los hijos de Zebedeo, Santiago y Juan, y le dijeron:
«Maestro, queremos que nos hagas lo que te vamos a pedir».
Les preguntó:
«¿Qué queréis que haga por vosotros?».
Contestaron:
«Concédenos sentarnos en tu gloria uno a tu derecha y otro a tu izquierda».
Jesús replicó:
«No sabéis lo que pedís, ¿podéis beber el cáliz que yo he de beber, o bautizaros con el bautismo con que yo me voy a bautizar?».
Contestaron:
«Podemos».
Jesús les dijo:
«El cáliz que yo voy a beber lo beberéis, y seréis bautizados con el bautismo con que yo me voy a bautizar, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo, sino que es para quienes está reservado».
Los otros diez, al oír aquello, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús, llamándolos, les dijo:
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

EVANGELIO (forma breve) Mc 10, 42-45
El Hijo del hombre ha venido a dar su vida en rescate por muchos
╬ Lectura del santo Evangelio según san Marcos.
R. Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús, llamando a los Doce, les dijo:
«Sabéis que los que son reconocidos como jefes de los pueblos los tiranizan, y que los grandes los oprimen. No será así entre vosotros: el que quiera ser grande entre vosotros, que sea vuestro servidor; y el que quiera ser primero, sea esclavo de todos. Porque el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por muchos».

Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.

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