05 septiembre 2024

Ciclo B - Tiempo Ordinario2 - Domingo 23º - 08 de septiembre - Año 2024

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Hermanos y hermanas: bienvenidos y bienvenidas a este encuentro de fe y de fraternidad, en comunión con el Señor Resucitado y en comunión de vida con otros creyentes.

Nos reunimos un domingo más, para celebrar el “paso” y la presencia del Señor entre nosotros y nosotras. Nuestro Dios viene en persona y se hace salvación para cada uno/a de nosotros y de nosotras. Dios está deseando curarnos; sólo necesita y espera encontrarnos con el corazón abierto y dispuesto a acogerle.

Vamos a iniciar nuestra celebración. Que el Señor abra nuestros oídos y el corazón (como escucharemos hoy en el evangelio) para que entendamos y acojamos su Palabra y así proclamemos su Reino. Comenzamos.

Moniciones a las lecturas

1ª Lectura: Isaías 35, 4-7a

En esta primera lectura, el profeta Isaías proclama, con gozo y fuerza, el nuevo mundo que Dios proyecta. Las dificultades y limitaciones humanas son vencidas por la fuerza de Dios que se hace presente en medio de la humanidad ofreciendo su salvación. Tan grande es la bondad del Señor que sólo es posible cantar un himno de alabanza. Nos abrimos a este hermoso mensaje.


2ª Lectura: Santiago 2, 1-5

En esta lectura, las palabras del apóstol Santiago recuerdan la importancia que a los ojos de Dios tienen los y las pobres y desheredados y desheredadas de este mundo: Dios ha invertido los valores, pues para Él, ellos y ellas son los primeros, los elegidos y las elegidas y los preferidos y preferidas. Dios ha escogido a la gente que el mundo no aprecia. Todo un desafío esta reflexión del apóstol.


Evangelio: Marcos 7, 31-37

En el evangelio que vamos a escuchar, Jesús se muestra como un hombre abierto y sin fronteras, que mira al ancho mundo y más allá de su tierra. El sordomudo es la imagen de los discípulos que van mostrando su incapacidad de entender la buena noticia; es Jesús quien tiene que abrir sus oídos y desatar su lengua. Y es, también, la imagen del y de la creyente de hoy: parece que vivimos incomunicados e incomunicadas y que sólo nos escuchamos a nosotros mismos, a nosotras mismas, pero Dios viene para sacarnos de nuestros raquíticos mundos y lanzarnos al encuentro con los/as demás. Acogemos con gozo este mensaje

Oración de los fieles

Por medio de Jesús, nuestro Salvador y Hermano, presentamos al Padre nuestra oración humilde y llena de confianza.


1.- Por la Iglesia, para que con su palabra y testimonio siga curando a todas las personas y sea signo liberador en medio de nuestro mundo. OREMOS AL SEÑOR.

2.- Por las personas enfermas, necesitadas, desprotegidas y olvidadas de nuestra sociedad, para que les llegue el consuelo y la fuerza liberadora de Dios, y nosotros y nosotras seamos canales de esa liberación. OREMOS AL SEÑOR.

3.- Por todos los seguidores y las seguidoras de Jesús de Nazaret, para que hagamos presente en nuestros ambientes a este Cristo sanador y liberador, luchando sin cesar en favor de los más desfavorecidos y desfavorecidas. OREMOS AL SEÑOR.

4.- Ante el inicio del Curso Escolar, te presentamos, Señor y Padre nuestro, la inmensa tarea de la educación de nuestros niños y niñas, adolescentes, jóvenes y adultos y adultas. Bendice el esfuerzo de tantos formadores. Que tu Espíritu bueno ayude e ilumine a los y las responsables de esta tarea tan especial e importante. OREMOS AL SEÑOR.

5.- Por nuestras comunidades religiosas y parroquiales, para que surjan hombres y mujeres, testigos vivos y convincentes de la presencia entrañable de Dios en medio de nosotros y de nosotras. OREMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

NOTA: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

POR FAVOR: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad, o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.


PRESENTACIÓN DE UN RELOJ

(Puede hacer la ofrenda cualquier miembro adulto de la comunidad; aunque, a ser posible, la debiera hacer un padre de familia)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Por mi parte, Señor, te ofrezco este reloj, símbolo del tiempo e instrumento para su medición. Pero hoy te lo traigo como signo del momento en que nos encontramos en nuestra cultura ante el nuevo Curso que ya está llamando a nuestras puertas. Te lo queremos ofrecer, Señor, porque es una nueva oportunidad en nuestro caminar como personas y creyentes. Gracias por tu don y ayúdanos en la tarea.


PRESENTACIÓN DE UN NIÑO O NIÑA

(El niño o niña se adelanta al presbiterio y se sitúa junto al Presidente con las manos juntas, en actitud de oración)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo en vez de traerte una ofrenda o un regalo, me ofrezco yo mismo (yo misma). He venido con las manos juntas, en actitud de oración, porque no he encontrado mejor signo de humildad que éste. Con él yo me quiero ofrecer a Ti, Señor. Haz de mí lo que Tú quieras, pues no puedo estar en mejores manos ni aspirar a mayor dignidad. Soy todo tuyo (toda tuya), Señor.


PRESENTACIÓN DE UN LADRILLO

(Hace la ofrenda una persona adulta de la comunidad)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo este ladrillo. Es un elemento fundamental en el mundo de la construcción. Y te lo ofrezco, en mi nombre y en nombre de cuantos formamos esta comunidad, como símbolo de que sólo queremos edificarnos desde Ti. En Ti depositamos nuestra fe y nuestra confianza. Y desde Ti queremos comprendernos, comprender cuanto nos rodea, toda la realidad y la historia, y construir ahí tu Reino, como lo hizo tu Hijo amado y Maestro nuestro, Jesucristo.


PRESENTACIÓN DE UN TRANSISTOR

(Lo puede hacer cualquier miembro de la comunidad. Tras entregárselo al Presidente, dice:)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Señor, yo te traigo este transistor, que me sirve para ponerme en contacto con uno de los medios de comunicación más populares y que utiliza el oído, como el sentido fundamental de la persona. Con él quiero expresar que todos nosotros y todas nosotras somos oyentes de tu Palabra, que queremos vivir a tu escucha en todo momento y con nuestra sensibilidad bien dispuesta, y así construir nuestra vida en la Roca firme y segura que es Jesús, tu Hijo amado.


PRESENTACIÓN DE UNA LLAVE DE LA PUERTA DE UNA CASA

(Uno de los padres de la comunidad es quien debiera hacer esta ofrenda)

ORACIÓN - MOTIVACIÓN: Yo te traigo hoy, Señor, y te ofrezco la llave de la puerta de mi casa. Es la llave de mi propia familia. A mí me corresponde guardarla de tantos peligros como la acechan hoy desde la llamada modernidad. La verdad es que comparto esta tarea, con sumo gusto, con mi esposa. Los dos luchamos por la educación de nuestros hijos e hijas. Sin embargo, al traerte hoy la llave de nuestra puerta, queremos expresar lo fácil que es abrirla. No queremos aislarnos del mundo y de la sociedad, de los muchos problemas que sufren los hombres y las mujeres de hoy. Queremos ser permeables a ellos y a ellas, y disponibles para ofrecer nuestras manos en la solución de esos problemas y en la transformación del mundo y de la sociedad.

Prefacio

(Tras el canto del ofertorio, todos se ponen de pie y participan en la oración de Acción de gracias, diciendo: «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE HAS CURADO LAS ENFERMEDADES DE TU PUEBLO»).


Te damos gracias y te alabamos,
Dios Padre y rico en misericordia,
porque has llenado la tierra de tus dones
y plantaste en ella el reflejo de tu belleza.
Te volcaste sobre el hombre y la mujer,
derramando sobre él y sobre ella innumerables gracias,
a pesar de que rompieran, por el pecado, tu amistad
y hayan buscado siempre, a lo largo de la historia,
su independencia y alejamiento de Ti,
atándose a viejos e inútiles ídolos.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE HAS CURADO LAS ENFERMEDADES DE TU PUEBLO».

A pesar de los pesares,
Tú, siempre generoso en misericordia,
les buscaste una y mil veces,
no dejándoles solos en las dificultades de la historia,
para regalarles tu perdón
y ofrecerles tu amistad salvadora.
Les enviaste jueces, reyes y sabios,
les diste tu voz en los profetas.
Y, llegado el tiempo de los tiempos,
tu propio Hijo se hizo como uno de ellos,
para que, al quererles como les querías,
pudieras amar a todos los hombres y mujeres
con el mismo amor y el mismo empeño.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE HAS CURADO LAS ENFERMEDADES DE TU PUEBLO».

Tu Hijo Jesucristo,
que recorrió los caminos de Galilea,
predicando el Evangelio de tu Reino,
se compadeció de todos nosotros y nosotras
y, hombre para los demás, no se ahorró su entrega.
Curó a los enfermos y enfermas,
devolvió la vista a los ciegos y ciegas,
dio oído a los sordos y sordas
y a los mudos y a las mudas les devolvió la palabra.
Predicó el evangelio a los y a las pobres,
devolvió la vida a los muertos y muertas
y, con la fuerza de tu poder divino,
perdonó, a quien se lo pidió, los pecados.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE HAS CURADO LAS ENFERMEDADES DE TU PUEBLO».

Hoy, Padre misericordioso, hacemos recuerdo
de la entrega de Jesucristo hasta la muerte
y de cómo Tú le resucitaste a la nueva vida.
Y te damos gracias y te alabamos
por su sacrificio de amor por los hombres y las mujeres.
Te pedimos, por otra parte, tu gracia
para poder reconocer nuestro compromiso
y hacernos, con tu Hijo, hombres y mujeres para los demás.
Unimos nuestro sacrificio al suyo,
para que, así, te sea agradable
y nos aceptes
y aceptes nuestras vidas,
entregadas al amor y al servicio.
R/. «GRACIAS, SEÑOR, PORQUE HAS CURADO LAS ENFERMEDADES DE TU PUEBLO».

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: Cristo ha venido y nos ha curado; ya no hay lugar para el pesimismo y la desesperanza. Cristo se ha hecho cercano porque has curado las enfermedades de tu pueblo.
a la persona necesitada. Él está pasando y viviendo en medio de nosotros y de nosotras. Sólo tenemos que abrir los ojos para encontrarnos con Él. Pero... Cristo hoy tiene necesidad y urgencia de testigos que hagan manifiesta su presencia. Somos llamados y llamadas a ser los testigos y las manos de Dios. La Iglesia y cada uno de nosotros y de nosotras estamos llamados a luchar contra todo lo que impide el rostro liberador de las personas. Hemos de vivir el com-partir, el com-padecer y el co-laborar. ¡Feliz semana a todos y a todas!

Reflexión para este día

“Jesús proclamaba el Evangelio del Reino,
curando las dolencias del pueblo.”






En este domingo, se nos ofrece una nueva oportunidad a los y las creyentes en Jesús, ya que, escuchando su Palabra de Vida, se nos está invitando a algo nuevo, incluso inaudito; una invitación cargada de esperanza y de vida.

Toda la liturgia de este domingo está anunciando esta novedad. La “palabra mágica” puede ser el “ÁBRETE” del evangelio, expresado de forma diversa en las demás lecturas. Es todo un símbolo para el hombre y la mujer de hoy y para este nuestro mundo, tan encerrado en sí mismo.

Y es que resulta que la SOLEDAD se va convirtiendo en el pan nuestro de cada día. Los hombres y las mujeres construyen puentes y autopistas para comunicarse con más rapidez y, al mismo tiempo, el contacto humano, la comunicación cálida, cordial y sincera se hace más difícil: los hombres y las mujeres se sienten extraños unos para otros, unas para otras. Viven más aislados y aisladas, cerrados y cerradas a Dios y a los y las demás.

Por eso, cuántos hombres y mujeres necesitan escuchar las palabras de Jesús al sordomudo: “ábrete”. También a nosotros y a nosotras nos hace una invitación a abrirnos. Cuando actuamos egoístamente, nos alejamos de los demás, nos separamos de la vida y nos encerramos en nosotros mismos, en nostras mismas: éste es el camino de MUERTE, de SOLEDAD.

Dios nos quiere ABIERTOS, SOLIDARIOS.
¡Ábrete! ¡Abrámonos!

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