24 septiembre 2024

AYÚDAME, SEÑOR, A MIRAR CON RESPETO de Javier Leoz

 



Ayúdame, Señor, a mirar con respeto
las cosas que existen a mi alrededor
las iniciativas que, otras personas, las crean con esfuerzo y valor
Ayúdame, Señor, a mirar con agrado
a descubrir que, todo lo que hago, es inspiración tuya
y, aquello que los demás promueven, puede ser signo de tu presencia.
Ayúdame, Señor, a mirar con amor:
a ir al fondo del tesoro más valioso
a sentirme tan cerca de ti
que, todo, lo estime poco comparado contigo.
Ayúdame, Señor, a expulsar de mi interior
los espíritus inmundos que me impiden vivir en paz conmigo mismo.
Ayúdame, Señor, a no apropiarme de tu nombre exclusivamente
a dejar que, otros, puedan descubrirte y entrar por la gran puerta de tu salvación
a reconocer que, otros, están en el camino del evangelio por sus obras y palabras.
Ayúdame, Señor, a no sentirme peor ni mejor que nadie
a disfrutar de mi amistad contigo
a no poner etiquetas de “estos son buenos” o “estos son malos”
Ayúdame, Señor, a no encerrarme en mi pequeño mundo
a abrirme, sin miedo ni complejos, a los que puedan enseñarme tu recto camino
Ayúdame, Señor, a no monopolizar mi trato contigo
a valorar otras vertientes evangelizadoras que, a mí, me puedan parecer estériles.
Ayúdame, Señor, a descubrir en todas ellas
los signos de tu presencia divina.
Ayúdame, en definitiva, Señor,
a no considerar que, lo mío, es lo único que vale
y, aquello que los demás realizan, es despreciable.

Ayúdame, Señor.

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