Introducción
El relato bíblico cuenta la andadura del profeta Elías, prototipo del profetismo Los reyes de turno fomentaban un sincretismo religioso donde quedaba diluido el yahvismo: confesión judía en Yahvé único Dios. El profeta Elías proclama esa confesión, la idolatría que fomentan los reyes con sus sacerdotes. Pero su profetismo provoca la ira y persecución de los reyes. Para encontrarse con el verdadero Dios, Elías camina hacia el monte Horeb, y en el camino por el desierto se siente agotado. Pero el ángel de Dios le ofrece pan y agua para que siga. Anuncio del pan de vida que es Jesucristo.
En la carta a los Efesios se recomienda a los cristianos que coman ese pan de vida que es la conducta de Jesús “vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros; desterrad de vosotros toda ira y toda amargura”.
El evangelio según San Juan proclama la entraña de la fe cristiana: Jesucristo es Palabra de Dios, Presencia de amor “en la carne”, en condición humana. En su forma de vivir y de morir por amor, es el pan vivo que da sabor a nuestra vida y fuerza para seguir caminando incluso por las zonas desérticas y agotadoras de nuestra existencia.
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