Javier Leoz
QUE NO ME OLVIDE, JESÚS
Que puedo curar, sin ser médico
Que puedo aliviar, sin ser medicina
Que puedo hacer sonreír,
sin tener el título de payaso.
QUE NO ME OLVIDE, JESÚS
Que el cariño que se da,
es salud para el que se encuentra enfermo
Que la palabra con amor,
es inyección para el moribundo
Que una visita, más pronto que tarde,
QUE NO ME OLVIDE, JESÚS
Que, si avanzo por tus caminos,
el sufrimiento humano
no ha de ser ajeno a mi sendero
Que, si digo ser de los tuyos,
he de luchar contra la fiebre
de aquel que se encuentra endiosado
de aquellos otros que están perdidos
de otros tantos que se encuentran
postrados en la cama de su aflicción,
soledad, abandono, miserias,
desprecios, humillaciones o enfermedades
QUE NO ME OLVIDE, JESÚS
Que tu mensaje se mantiene vivo
no sólo en el árbol de la palabrería
sino en el fruto de las buenas obras
Que tu mensaje se difunde con fuerza
cuando nuestras manos son alivio,
esperanza y fuerza moral
para los que se sienten desarmados
y sin más horizonte que la muerte.
QUE NO ME OLVIDE, JESÚS
Que tus preocupaciones,
han de ser las mías
Que tus desvelos,
han de contar con horas de mis horas
Amén.
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