08 enero 2024

Comentario al Domingo II después de Navidad 14 enero

 (Jn 1, 1-18)

El Hijo de Dios es presentado como una palabra, la Palabra que manifiesta la gloria del Padre Dios y que se hace hombre para mostrarnos el amor del Padre.

Este Hijo, que existía antes de la creación del mundo, ha estado realmente en la tierra como uno de nosotros, aunque ignorado por el mundo que no quiso recibirlo.

El “vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron”. Pero a los que lo reciben los convierte en hijos amados del Padre Dios, los hace participar de la dignidad infinita que él tiempo como Hijo del Padre. Por eso, cuando alguien es bautizado alcanza la dignidad más grande que puede tener un ser humano. Él, Jesús, trae al mundo lo que ni Moisés ni los profetas antiguos podían darnos, porque eran simples criaturas.

A la ternura de la escena del pesebre debe unirse entonces la admiración por el misterio infinito que se encierra en la simplicidad de Belén. Ese niño es el Hijo eterno del Padre, que viene a elevar lo terreno a un nivel divino, que hace entrar en el mundo la gloria sobrenatural de Dios.

En el pesebre de Belén, en las callejuelas de Nazaret, en los caminos de su tierra querida, era el mismo Hijo de Dios el que se hacía presente, era el Eterno, que quiso manifestar su gloria en la misma sencillez de nuestra pequeña vida.

Este himno nos invita a ver más allá, para reconocer que quien “puso su carpa entre nosotros” es el mismo Hijo de Dios. Pero también nos ayuda a recordar que esa Palabra que nos ha revelado la intimidad del Padre no es sólo una luz invisible que ilumina nuestro interior, sino que es alguien que se hizo verdaderamente uno de nosotros, uno de nuestra propia “carne” humana.

Oración:

“Te doy gracias, Señor Jesús, por el inmenso amor que tienes a tu Pueblo, porque siendo el Hijo de Dios eternamente feliz, tu amor te llevó a compartir nuestra vida humana, a caminar por nuestro senderos, a sufrir nuestras angustias, a entregarte por nosotros hasta el fin”.

 

VÍCTOR M. FERNÁNDEZ
El Evangelio de cada día

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