01 diciembre 2023

DOMINGO 3 DE DICIEMBRE DE 2023 DOMINGO Iº DE ADVIENTO

 


PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Hoy, la Iglesia Universal celebra el domingo primero de Adviento, iniciando un nuevo año litúrgico, y dentro de él, iniciamos concretamente, el ciclo "B".

Y este tiempo de Adviento, en que nos preparamos para la Navidad, para la conmemoración del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios, debe llevarnos a prepararnos también, no sólo para su segunda venida al final de los tiempos, sino para recibirlo en cada momento de nuestra vida.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

El Señor hoy nos llama a estar atentos y prepararnos para su venida, descubriendo su presencia entre nosotros. no sólo en la Eucaristía, en su Palabra y en los sacramentos, sino también en cada hombre. Y nuestra mejor respuesta es, con una actitud de fe y vigilancia, convertirnos y comprometernos a darles a conocer, a todos los demás hombres que también lo necesitan, a Cristo, que trae la salvación.

 

1ª. LECTURA:        (I63, 16b-17. 19b; 64, 2-7)  

 

El Profeta nos anuncia la venida del Señor, que debemos esperar y pedir sin temor, ya que es como la venida de un Padre.

 

SALMO RESP.:     (79, 2ac. 3b. 15-16. 18-19)      

 

                       R.    Restáuranos, Señor del universo.

 

2ª. LECTURA:     (1 Co 1, 3-9)   (Ver texto)

 

El Apóstol nos exhorta a vivir en situación de espera, aguardando la venida de Cristo; pero no una espera pasiva, sino llena de vitalidad y de continuo enriquecimiento en función del individuo y de toda la sociedad.

 

EVANGELIO:   (Mc 13, 33-37)

 

Escuchemos ahora al mismo Jesús, en la proclamación del santo Evangelio, que nos recomienda estar prevenidos, velando la espera de su venida. Aclamémoslo gozosamente cantando el Aleluya.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Hermanos, con la confianza de que "nuestra salvación está más cerca", oremos con toda esperanza. Oremos por todos nosotros y por todos los hombres del mundo, nuestros hermanos.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

 

"QUE VENGA TU REINO, SEÑOR"

 

v Padre, al pedirte por la Santa Iglesia y por el Papa Francisco, para que por su predicación, todos los hombres se conviertan y permanezcan en vigilante espera de tu Hijo que viene a salvarnos, te pedimos...

 

v Padre, porque queremos formar, junto a nuestros obispos y nuestros sacerdotes, una comunidad diocesana que viva la continua presencia de tu Hijo en medio de ella, te pedimos...

 

v Padre, al pedirte por nuestra patria, para que todos, convirtiendo nuestro corazón, podamos construir una nación que viva verdaderamente de acuerdo a los valores del Evangelio, te pedimos...

 

v Padre, para que en cada necesitado, pobre, enfermo, abandonado, sin techo, sin trabajo, veamos al mismo Cristo que hoy también viene a nuestro encuentro, y lo recibamos, en ellos, como Él lo merece, te pedimos...

 

v Padre, para que toda nuestra comunidad, esta venida del Señor nos encuentre preparados y caminando a su encuentro y así podamos celebrar cristianamente la Navidad, te pedimos...

 

CELEBRANTE:

 

Padre, concédenos anhelar de tal manera la llega de tu Hijo, que cuando llames a nuestra puerta, nos encuentres velando en oración y cantando sus alabanzas. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Las ofrendas que ahora presentamos al Padre, son un signo de nuestra disposición y compromiso interior a vivir permanentemente preparados y dispuestos a recibir a Cristo en nuestras vidas.

 

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

 

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

 

Hermanos, elevemos ahora nuestra acción de gracias a nuestro Padre del Cielo, porque Él nos llama a la verdadera libertad, a la vida del Reino,

 

COMUNIÓN:

 

Cuando participamos en la Eucaristía, el Señor viene a nosotros. Su presencia en el mundo y en la Iglesia es una presencia activa en el corazón de cada creyente y de cada hombre. Dispongámonos a acogerlo.

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Al término de la distribución de la comunión.

 

Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

 

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.

Amén.

 

DESPEDIDA:

 

Hemos comenzado a recorrer el camino del Adviento, "un tiempo de gracia que debe ayudarnos a ser testigos cada vez más generosos del amor de Dios y mensajeros de su esperanza, pidiendo a la Virgen del Adviento que nos guíe a todos en este tiempo de espera."

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