ENTRADA
Bienvenidos hermanos a la celebración de la Eucaristía.
Venimos a la iglesia a alimentar nuestra vida para dar frutos que agraden a nuestro Dios.
Venimos a aprender a respetar y amar al Hijo, al heredero, a Jesucristo.
Abramos el oído y el corazón a Dios, presente aquí, y guía de nuestros pasos ahí afuera.
Entonemos juntos el canto de entrada.
PRIMERA LECTURA
Nosotros somos la viña del Señor. Somos su plantación elegida. A nosotros nos juzga, hoy, el dueño de la viña, Dios. Aceptemos nuestra responsabilidad y respondamos con amor al amor con que Dios nos cuida.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
Pablo invita a esta comunidad a recurrir a Dios siempre, a presentarle nuestra oración y nuestra acción de gracias. Acudamos también a él en nuestras dificultades y en nuestras tentaciones.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
EVANGELIO
Hoy la Palabra denuncia la terquedad y el endurecimiento de corazón de los trabajadores de la viña.
¿Quién no ha pensado alguna vez que lo haría mejor que su jefe?
En el Reino de Dios sólo hay un jefe, un Señor, Jesucristo.
Y aunque a veces no le entendemos, no le podemos sustituir por otro. Jesucristo es el Señor para gloria de Dios Padre.
Escuchemos la proclamación del evangelio.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por la Iglesia, por el Papa y los obispos y sacerdotes para que den buen ejemplo con su vida al pueblo de Dios.
Oremos por los gobernantes para que busquen la paz y la justicia para todos.
Oremos por esta comunidad del Pilar para que produzcamos frutos de amor y de servicio a los hermanos.
Oremos por los niños y jóvenes para que con nuestra ayuda y ejemplo se sientan parte de la Iglesia.
Oremos por los difuntos de nuestra parroquia y por (nombres…) para que el Señor en su amor les dé el premio de la resurrección.
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