27º ORDINARIO “YO OS HE ELEGIDO, PARA QUE VAYÁIS Y DEIS FRUTO, Y VUESTRO FRUTO DURE”
Ciclo A
CANTO DE ENTRADA: “Ven a la fiesta”
MONICIÓN DE ENTRADA:
¡Bienvenidos a la celebración de nuestra fe! En el Evangelio de hoy escucharemos la invitación del Padre para que demos los frutos propios del seguidor de Jesús, el Hijo amado. Somos la “VIÑA” del Señor, y Él ha hecho por cada uno de nosotros todo lo que es posible hacer: nos da la vida, nos cuida sin medida, nos sostiene con su mano, y nos capacita para que sepamos salir adelante.
Por nuestra parte, tenemos que hacer que otras personas crean en la entrega, en la solidaridad, en la acogida y en la fraternidad, viviendo al estilo de Jesús, porque hoy es posible vivir así. Sin olvidar que la tarea la recibimos del mismo Jesús, y que sólo somos administradores. Él es nuestro Camino, y Él nos sostiene en cada momento.
ACTO PENITENCIAL:
— Nuestra vida cristiana está llamada ser una vida de ALEGRIA. Pidamos al Señor perdón porque nos cuesta sonreír y compartir nuestro gozo con los demás. SEÑOR, TEN PIEDAD
— Ser amigo de Jesús significa vivir como Él vivió. ¿Por qué nos cuesta tanto realizar obras buenas y, en cambio, preferimos el camino del mal? CRISTO, TEN PIEDAD
— Creer en Dios nos exige trabajar por la paz, por la justicia. ¿Buscamos el bien de los demás o sólo el nuestro? SEÑOR, TEN PIEDAD
CANTO: Gloria
ORACIÓN COLECTA:
Padre bueno, cuando venimos a escuchar tu Palabra, nos sentimos parte de la familia universal que forma la Iglesia. Concédenos que nuestros corazones sean permeables a tu Palabra para que con ellos puedas construir tu Reino. PJNS.
LITURGIA DE LA PALABRA
LECTURA: Filipenses 4, 69
CANTO: “Escucha tú, la palabra de Dios”
EVANGELIO: Evangelio según San Mateo 21, 33-43
HOMILÍA:
Frase para comentar:
La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular (Mt 21,42)
Imagen para comentar:
ORACIÓN DE LOS FIELES:
— Por la Iglesia, la viña del Señor para que de los frutos de fe y de amor que Dios espera. ROGUEMOS AL SEÑOR
— Para que todos los cristianos, como buenos administradores de lo que de Dios hemos recibido, demos testimonio de una vida entregada y seamos solidarios con los que menos tienen. ROGUEMOS AL SEÑOR.
— Para que todas las personas que se dedican al servicio de los demás, lo hagan con generosidad y disponibilidad, buscando el bien de todos. ROGUEMOS AL SEÑOR.
— Por los que están siendo en estos momentos perseguidos a causa de la fe y la defensa de los derechos humanos, para que su testimonio y sacrificio no sean baldíos, sino que hagan florecer esta tierra estéril. ROGUEMOS AL SEÑOR.
–Para que nuestra comunidad, dando testimonio de seguimiento y fidelidad, aporte su granito en la construcción del Reino. ROGUEMOS AL SEÑOR
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO:
— Mira, Señor, yo te traigo esta piedra, con ella queremos representar todo lo que cada uno de nosotros podemos aportar a nuestro alrededor, porque construimos en tu nombre, queremos ofrecerte todas nuestras obras de amor
y de justicia que paso a paso vamos edificando.
–Señor, yo te traigo hoy este racimo de uvas, símbolo de nuestros frutos, que ojalá sean abundantes como Tú deseas en nuestra Comunidad, en cada uno de nosotros y en la Iglesia que formamos. Que todas nuestras actividades y proyectos vayan encaminadas a luchar y defender la justicia, los derechos humanos y el desarrollo integral de las personas.
–Aquí tienes este instrumento relacionado con el cuidado de las plantas o del campo. Es símbolo del trabajo de los viñadores, a los que Tú has confiado el cultivo de tu viña. Señor, nosotros somos esos labradores, que hemos de cuidar con esmero tu Iglesia.
–Te ofrecemos Señor, el Pan, fruto del esfuerzo del trabajo del hombre, que se convierte en alimento para darnos vida y fuerza para construir tu Iglesia. Te ofrecemos Señor, el Vino, que es el fruto de la vid de tu iglesia que nos alimenta y nos da fuerzas en nuestro camino.
CANTO: GRACIAS PADRE POR LA ENTREGA DE JESÚS
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS:
Padre bondadoso, el pan y el vino son el signo de nuestro esfuerzo para colaborar contigo, acéptalos y transfórmalos para que den los frutos que Tú quieres. PJNS.
PLEGARIA EUCARÍSTICA
PREFACIO:
Te damos gracias, Padre amoroso, porque nos has preparado el mundo para que disfrutemos de él. Pero también te queremos agradecer que nos hayas enviado a tu Hijo, Jesús. Él es el fundamento de nuestras vidas, Él se entregó para ser la base en la que se asienta Tu reino, Él guía y protege a tu Iglesia para que sea el lugar de acogida, perdón y amor que siempre has querido. Por eso, con todos los que están contigo en el cielo, te cantamos…
SANTO: “HOSANNA HEY”
PADRENUESTRO (cantado en el altar)
CANTO DE LA PAZ: “LA PAZ TE DOY A TI MI HERMANO”
CANTO: (este canto es para antes de la comunión, en el momento de la invitación a participar del banquete eucarístico)
«El Señor Dios nos amó
Como a nadie amó jamás
Él nos guía como estrellas
Cuando no exístela luz,
Él nos da todo su amor
Mientras la fracción del pan,
Es el pan de la amistad,
El pan de Dios.
Es mi cuerpo
Tomad y comed
Esta es mi sangre
Tomad y bebed,
pues yo soy la vida
yo soy el amor.
¡Oh Señor, condúcenos
hasta tu amor!»
CANTO DE COMUNIÓN: “Alma misionera”
SIGNO: (Después de la Comunión, en el momento de meditación), se puede hacer este mural y colocarlo en el altar al principio de la celebración.
Recibimos del Señor el encargo de trabajar en su viña, para dar fruto abundante. Eso sí: sabiendo que el mismo Jesús camina con nosotros. Toda la Comunidad queremos comenzar esta etapa con ilusión, compromiso y generosidad.
¡Dichosos quienes SIENTEN la LLAMADA a trabajar en la VIÑA,
porque serán GENEROSAMENTE RECOMPENSADOS!
(Habrá unos poss-it para que escribamos nuestras intenciones y las pongamos en la viña)
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN:
Gracias, Padre de bondad, porque una vez más nos has permitido pasar contigo este rato. Concédenos que seamos capaces de seguir trabajando sin miedo por la construcción de un mundo más justo y solidario. PJNS.
ACCIÓN DE GRACIAS:
No dejes, Señor, de darnos tu palabra y tu gracia,
para que no seamos infieles viñadores,
cuidemos con dedicación y esmero a tu viña, y demos a su debido tiempo, frutos en sazón.
Que obremos siempre en justicia,
defendamos el derecho de los pobres,
protejamos a los últimos y marginados,
seamos siempre sensibles a las necesidades de los otros.
No nos prives de tu gracia, Señor,
porque, con nuestras escasas fuerzas,
somos incapaces de responder a tus exigencias.
Espabila la sensibilidad de tu Iglesia
para que, lejos de encerrarse sobre ella,
escuche los lamentos y las esperanzas de los hombres.
Te damos gracias, Señor,
porque nos has dado la vida en tu Iglesia.
CANTO FINAL: “Cosas de locos
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