Inicial.
Cada domingo nos reunimos como creyentes en Cristo, para celebrar la Eucaristía.
El salmo nos va a invitar a cantar al Señor un cántico nuevo, a cantarle toda la tierra. En definitiva, eso es lo que hacemos en cada Eucaristía, alabar y dar gracias a Dios, por la salvación que nos ofrece a través del misterio salvador de la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo.
Este domingo, la Iglesia celebra la Jornada Mundial de las Misiones: el «DOMUND», este año bajo el lema «Corazones ardientes, pies en camino». El mismo Jesús, el Señor, nos invita a ponernos en camino y salir de nuestros acomodos hacia aquellos que aún no conocen la Buena Noticia del amor de Dios. Que esta eucaristía y las que celebramos cada domingo hagan arder nuestros corazones en este amor, para anunciarlo allí donde estemos.
Primera Lectura.
La salvación de Dios llega a todos los hombres, aunque por muy diversos caminos. El amor a la humanidad hace mover a Dios providencialmente los hilos de la historia.
Segunda Lectura.
Escuchamos el inicio del escrito más antiguo del Nuevo Testamento. En él, San Pablo dirige palabras de felicitación a los cristianos de Tesalónica, una de las comunidades que él ha fundado. Ojalá que sus palabras se pudieran aplicar hoy a nosotros.
Evangelio.
¿Nos preocupa dar a Dios lo que es de Dios? ¿O sólo lo hacemos cuando nos conviene? Escuchemos las palabras que Jesús nos dirige en el Evangelio.
Puestos de pie cantamos aleluya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario