MONICIONES (Domingo 27 Tiempo Ordinario - A)
Inicial.
Un domingo más, nos hemos reunido en torno al altar, para celebrar la Eucaristía, respondiendo a la llamada del Señor.
Desde siempre, Dios ha puesto su confianza y esperanza en el hombre, pero los hombres con frecuencia le hemos fallado. A cada uno de nosotros, como a las cepas de la viña de la que nos hablan las lecturas, nos rodea de dones y nos llama a dar frutos buenos y abundantes, y con frecuencia producimos agrazones y somos desagradecidos.
Disponemos nuestro corazón para este encuentro con el Señor.
Primera Lectura.
El profeta Isaías nos da la clave para interpretar la figura de la viña, que con frecuencia aparece en las lecturas: la viña del Señor es el pueblo de Israel. También podemos aplicar hoy la figura de la viña a la Iglesia, el nuevo pueblo de Dios.
Segunda Lectura.
San Pablo nos dice que, la serenidad cristiana viene de la confianza en Dios, de la oración y de un comportamiento evangélico.
Evangelio.
Jesús en el Evangelio hace presentes hoy las palabras sobre la viña que hemos escuchado en boca de Isaías, y nos las dirige a cada uno de nosotros. Sería bueno plantearnos: ¿Cómo son mis frutos? ¿Soy buen trabajador de la viña?
Puestos de pie cantamos aleluya.
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