Tú nos perdonas siempre,
contigo todo es fácil.
A nosotros, en cambio,
nos cuesta perdonar.
Decimos que olvidamos,
pero nuestra cabeza guarda,
y se nos escapa el reproche
en cualquier ocasión.
Ayúdanos, Señor, a perdonar
a tu manera,
sin guardar recuento
de ningún mal.
Regálanos tu amnesia, Señor,
esa que Tú tienes
y que olvida al momento
cualquier cosa que te hagan.
Danos un corazón blando
como el tuyo,
que perdona al instante
y no guarda rencor.
Danos palabras sabias
para corregir a los otros,
disculpa oportuna
y caricia tierna,
la discreción y la tolerancia
que necesitamos
para vivir unidos
y llevarnos mejor.
Eso es vivir tu Amor.
Mari Patxi Ayerra
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