13 septiembre 2023

Guión Litúrgico: DOMINGO 24° DURANTE EL AÑO

 Evangelio Hoy | LMC

PREPARACIÓN: 

Antes de la salida del celebrante

 

Celebramos hoy el domingo vigésimo cuarto del tiempo durante el año, y como todos los domingos nos reunimos alrededor de la mesa del Señor para alabarlo, darle gracias y pedirle su ayuda, ya que con nuestras pobres fuerzas no podemos ser verdaderamente misericordiosos con nuestros hermanos, como Él lo es con nosotros; no somos capaces de perdonar, como Él lo hace con nosotros.

 

AMBIENTACIÓN: 

Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial

 

El Señor nos muestra hoy su gran misericordia, exhortándonos a la misma actitud con nuestro prójimo, única forma de demostrarle la sinceridad y profundidad de nuestro amor; y esa actitud es la condición indispensable para así poder recibir también el perdón de Dios, que nosotros mismos condicionamos cada vez que le decimos: “perdona nuestras ofensas, como nosotros también perdonamos a los que nos ofenden”.

 

1ª. LECTURA:  (Ecli 27, 33--28, 9)    


Ya en el Antiguo Testamento encontramos el mandato de perdonar al prójimo, y en él encontramos también la dura condena de la cólera y el rencor.

 

SALMO RESP.:      (102, 1-4. 9-12 )   

 

                    R.     El Señor es bondadoso y compasivo.

 

2ª. LECTURA:     (Rm 147-9)     (Ver texto)

 

El apóstol Pablo nos expresa que el cristiano es un hombre que admite a un único Señor, tanto en vida como en muerte.

 

EVANGELIO:    (Mt 18, 21-35) 

 

Jesús, en el santo Evangelio, nos muestra claramente que la Iglesia es una comunidad de perdón y misericordia.

 

ORACIÓN DE LOS FIELES:

 

CELEBRANTE:

 

Conociendo el amor y la bondad de Dios, nuestro Padre, que es clemente y compasivo, que hace salir el sol sobre buenos y malos, y llover sobre justos e injustos, dirijámonos a Él con toda confianza y presentémosle nuestras necesidades.

 

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

 

"TE LO PEDIMOS, SEÑOR"

 

v Padre misericordioso, te pedimos por tu Iglesia y el Santo Padre, para que tu Espíritu lo ilumine en sumisión de proclamar a todas las naciones, el gran misterio de tu infinita misericordia, oremos…

 

v Señor de la vida, te pedimos por nuestros Obispos y nuestros sacerdotes, haz que con sus palabras y ejemplos, edifiquen a tu pueblo santo, oremos…

 

v Dios de bondad, te pedimos por la paz del mundo, para que los gobiernos y los pueblos, convirtiendo su corazón, realicen sinceros esfuerzos para alcanzarla, real y definitivamente, oremos…

 

v Dios de todo consuelo, te pedimos por nuestros hermanos que sufren a causa de la pobreza, para que en nuestra generosa ayuda, encuentren esa solidaridad que es su esperanza, oremos…

 

v Padre bueno, te pedimos por toda nuestra comunidad, para que dando testimonio de tu misericordia y perdón, demostremos así que tu Iglesia es una comunidad de perdón y de misericordia, oremos…

 

CELEBRANTE:

 

Dios y Padre nuestro, que quieres que todos los hombres se salven, escucha nuestras súplicas y haz que seamos verdaderamente misericordiosos con todos nuestros hermanos. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.

 

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

 

Nos presentamos y ofrecemos al Padre eterno, en comunión con toda la Iglesia, con un corazón abierto para recibir su misericordia y perdonar a todos los que nos ofenden.

 

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

 

DIÁLOGO DEL PREFACIO:

Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

 

Conociendo la infinita misericordia que Dios nos tiene, démosle gracias todos juntos, unidos al himno de alabanza que ahora iniciaremos.

 

COMUNIÓN:

 

Hemos manifestado el deseo de recibir el perdón de Dios, tal como nosotros lo hacemos con nuestros hermanos, al elevarle al Padre la oración que Jesús nos enseñara. Ahora, para que esto se haga realidad en nuestras vidas, entremos en comunión con Él y con nuestros hermanos.

 

COMUNIÓN ESPIRITUAL:

Al término de la distribución de la comunión.

 

Hermanos:

Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

 

Creo Señor mío que estás realmente presente

en el Santísimo Sacramento del altar.

Te amo sobre todas las cosas y deseo

ardientemente recibirte dentro de mi alma;

pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,

ven al menos espiritualmente a mi corazón.

Y como si te hubiese recibido, me abrazo

y me uno todo a Ti;

Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.

 

DESPEDIDA:

 

El resultado de nuestro encuentro de hoy con Jesús, debe manifestarse en frutos de justicia, solidaridad y amor hacia los demás. Debemos dar testimonio con nuestras vidas, del amor, la misericordia y el perdón de Dios.

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