Moniciones para el Décimo Tercer Domingo del Tiempo Ordinario
Ciclo A- Entrada
Buenos días, tardes, noches:
Las lecturas de hoy son diversas, pero con un pensamiento central. Nos dicen que Dios cuida de los suyos y bendice a los que ayudan. Somos injertados a formar parte del cuerpo del Cristo por el bautismo. El Evangelio nos presenta una exigencia que de primera instancia es chocante. Presta atención a la Palabra de hoy para conocer si también tendrás la recompensa que el Señor te ofrece.
Primera lectura: II Reyes 4, 8-11.14-16: “Eliseo y la Sunamita”
El libro de los reyes nos dice que aquel que recibe a un hombre de Dios recibirá su recompensa, el Señor cumple su promesa y te invita a que seas caritativo con los necesitados y marginados que no puedan pagarte tus favores, pero que el Señor lo hará por ellos.
Segunda lectura: Romanos 6, 3-4. 8-11: “Por el bautismo fuimos sepultados con Cristo”
San Pablo resume la importancia del bautismo en la vida del cristiano: morir al pecado y vivir para Cristo. Meditemos esta lectura para facilitar ese encuentro con Cristo Resucitado camino a la conversión.
Tercera lectura: San Mateo 10, 37-42: “El que no toma su cruz no es digno de mi”
San Mateo en el Evangelio de hoy nos ubica en una encrucijada. El Señor te pide que lo ame con toda tu fuerza y todo tu corazón y que ames a tu prójimo. Del Señor es la primacía del amor, porque el dio su vida por ti. Te invita a tomar tu cruz, a seguirlo y a recibirlo en tu corazón.
Oración de los fieles
Ciclo A
A cada petición contestaremos: “Salva, Señor, al pueblo que redimiste con tu sangre”
- Por la iglesia y sus dirigentes para que utilicen todos los recursos y medios de comunicación para dar a conocer la buena nueva del evangelio, Roguemos al Señor...
- Por los gobernantes de las grandes potencias para que hagan un parentesis en sus planes personales y piensen en los más necesitados y los ayuden a mejorar su calidad de vida, Roguemos al Señor...
- Por los enfermos, marginados, esclavos del vicio, para que el señor nos permita ver en ellos a nuestro prójimo y le extendamos una mano amiga, Roguemos al Señor...
- Por los jóvenes de nuestras comunidades para que ellos sientan el llamado del señor y los rete a guiar este mundo cambiante, Roguemos al Señor...
- Por ti, por mí y por cada uno de los que participamos de esta celebración para que el señor toque nuestro corazón y le permitamos hacerlo parte de nuestra vida. Roguemos al Señor...
Exhortación Final
Gloria a ti, Señor Jesús, porque nos llama a tus seguimiento
Mediante una ascesis liberadora de nuestro yo mezquino.
Tú fuiste el primero en la opción radical por el reino de Dios,
Y con tu ejemplo nos has mostrado el camino que lleva a la luz,
Cuando te adelantaste en la entrega de la vida para ganarla.
Señor, haz de nosotros discípulos dignos de ti.
Para eso ayúdanos a hacer nuestros tus criterios y actitudes
Para seguirte incondiconalmente sin claudicar ante la cruz,
Para no arruinar nuetra vida presente y para ganar la futura.
Así podemos repetir con el salmista: Cantaré eternamente la
Misericordia del Señor, anunciaré su fidelidad por siempre.
Amén
(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p. 147)
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