R I T O S I N I C I A L E S
CANTO DE ENTRADA.
Jesús está entre nosotros, Él vive hoy y su espíritu a todos da. Jesús razón de nuestra vida, es el Señor, nos reúne en pueblo de amor.
Cambia nuestras vidas con tu fuerza. Guárdanos por siempre en tu presencia. Tú eres verdad, tú eres la paz.
SALUDO Y MONICIÓN.
ASPERSIÓN DEL AGUA.
Canto:
Un sólo Señor, una sola fe, un sólo bautismo, un sólo Dios y Padre.
Llamados a guardar la unidad del Espíritu, por el vínculo de la paz. Cantamos y proclamamos.
GLORIA.
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
ORACIÓN COLECTA.
LITURGIA DE LA PALABRA
PRIMERA LECTURA.
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 8, 5-8. 14-17.
En aquellos días, Felipe bajó a la ciudad de Samaría y les predicaba a Cristo. El gentío unánimemente escuchaba con atención lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Cuando los apóstoles, que estaban en Jerusalén, se enteraron de que Samaría había recibido la palabra de Dios, enviaron a Pedro y a Juan; ellos bajaron hasta allí y oraron por ellos, para que recibieran el Espíritu Santo; pues aún no había bajado sobre ninguno; estaban solo bautizados en el nombre del Señor Jesús. Entonces les imponían las manos y recibían el Espíritu Santo.
PALABRA DE DIOS
SALMO RESPONSORIAL. Salmo 65.
Antífona: Aclamad al Señor, tierra entera.
Aclamad al Señor, tierra entera; tocad en honor de su nombre, cantad himnos a su gloria. Decid a Dios: «¡Qué temibles son tus obras!».
Que se postre ante ti la tierra entera, que toquen en tu honor, que toquen para tu nombre. Venid a ver las obras de Dios, sus temibles proezas en favor de los hombres.
Transformó el mar en tierra firme, a pie atravesaron el río. Alegrémonos en él. Con su poder gobierna eternamente.
Los que teméis a Dios, venid a escuchar, os contaré lo que ha hecho conmigo. Bendito sea Dios, que no rechazó mi súplica ni me retiró su favor.
SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro 3, 15-18.
Queridos hermanos:
Glorificad a Cristo el Señor en vuestros corazones, dispuestos siempre para dar explicación a todo el que os pida una razón de vuestra esperanza, pero con delicadeza y con respeto, teniendo buena conciencia, para que, cuando os calumnien, queden en ridículo los que atentan contra vuestra buena conducta en Cristo.
Pues es mejor sufrir haciendo el bien, si así lo quiere Dios, que sufrir haciendo el mal.
Porque también Cristo sufrió su pasión, de una vez para siempre, por los pecados, el justo por los injustos, para conduciros a Dios. Muerto en la carne pero vivificado en el Espíritu.
PALABRA DE DIOS
ALELUYA.
Antífona: El que me ama guardará mi palabra –dice el Señor-, y mi Padre lo amará, y vendremos a él.
EVANGELIO.
Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 15-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
PALABRA DEL SEÑOR
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
LITURGIA EUCARÍSTICA
OFERTORIO.
Canto:
En tus manos divinas de Padre hemos puesto, Señor, nuestro mundo.
Estos brazos que elevan alegres las ofrendas de vino y de pan.
Nuestro mundo camino hacia el cielo, nuestras almas hambrientas de Ti.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.
RITO DE LA COMUNIÓN
PADRE NUESTRO.
RITO DE LA PAZ.
CORDERO DE DIOS.
COMUNIÓN.
Canto:
Todos unidos, formando un solo cuerpo, un pueblo que en la Pascua nació. Miembros de Cristo en sangre redimidos, Iglesia peregrina de Dios. Vive en nosotros la fuerza del Espíritu que el Hijo desde el Padre envió. Él nos empuja, nos guía y alimenta, Iglesia peregrina de Dios.
Somos en la tierra semilla de otro reino, somos testimonio de amor. Paz para las guerras y luz para las sombras, Iglesia peregrina de Dios.
Rugen tormentas, y a veces nuestra barca parece que ha perdido el timón. Miras con miedo, no tienes confianza, Iglesia peregrina de Dios. Una esperanza nos llena de alegría: Presencia que el Señor prometió. Vamos cantando, él viene con nosotros, Iglesia peregrina de Dios.
Todos nacidos en un solo bautismo, unidos en la misma comunión. Todos viviendo en una misma casa, Iglesia peregrina de Dios. Todos prendidos en una misma suerte, ligados a la misma salvación. Somos un cuerpo, y Cristo es la cabeza, Iglesia peregrina de Dios.
Canto:
Al que me ama, al que me ama mi Padre lo amará, y vendremos a él, vendremos y haremos morada en él.
Como busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti Dios mío.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Las lágrimas son mi pan noche y día, Mientras todo el día me repiten: ¿Dónde está tu Dios?
De día el Señor me hará misericordia, De noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué me olvidas? ¿Por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo?
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
-Oración de la Jornada del Enfermo-
Señor Jesús, acudo a Ti como san Joaquín y santa Ana para acoger la esperanza que Tú me ofreces en esta hora.
Cuando experimento mi salud mermada, cuando el dolor se agudiza, cuando el ocaso de mi vida parece asomar…, sé que no estoy solo porque Tú estás conmigo.
Tú te acercas a mí y me consuelas, animas y llenas de esperanza. En tu Palabra encuentro sosiego, en los sacramentos me confortas, en la oración me escuchas.
Te doy gracias por todas las personas que pones en mi camino en quienes reconozco tu presencia cercana.
Tú, Señor, que siempre estás con nosotros, dame la alegría de la fe hasta que “mis ojos vean tu salvación”. Amén.
ORACIÓN.
RITO DE CONCLUSIÓN
BENDICIÓN Y DESPEDIDA
Canto:
Id amigos por el mundo, anunciando el amor, mensajeros de la vida, de la paz y el perdón, sed amigos, los testigos de mi resurrección, id llevando mi presencia, con vosotros estoy.
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