14 abril 2023

Moniciones para el Segundo Domingo de Pascua - Ciclo A

 Entrada:


La alegría que pregonan las campanas, los aleluyas que resuenan en el templo son un signo claro del gran gozo de este bendito día de Pascua. Nosotros somos bienaventurados, pues hemos alcanzado la vida nueva que Jesús resucitado nos transmite por su Espíritu. Hoy es el día dedicado a la Divina Misericordia y este es el don que recibimos de Cristo resucitado. Señor, aunque no te vemos con los ojos de la carne, nuestra ardiente profesión de fe es la del Apóstol Tomás ¡Creemos en ti, Señor nuestro y Dios nuestro! Puestos de pie entonemos con alegría el canto de entrada.


Primera lectura: Hechos 2, 42-47



Escucharemos a continuación algunas características de las primeras comunidades cristianas, estas primitivas comunidades giran en torno a la enseñanza de los apóstoles, eran constantes en escuchar la enseñanza de los apóstoles, la vida en común, compartiendo sus bienes. La fracción de pan, es decir, la Eucaristía que une en oración a la comunidad. Escuchemos.


Segunda lectura: I de Pedro 1, 3-9

San Pedro nos presenta un hermoso himno de alabanza. Cristo ha resucitado y esto para nosotros significa un nuevo nacimiento y una nueva esperanza en un mundo mejor, una vida nueva que no puede corromperse ni mancharse. Pongan mucha atención.


Tercera lectura: Juan 20, 19-31

El Evangelio de hoy relata dos apariciones a los discípulos. Estas apariciones se escribieron para los cristianos de la segunda generación y las sucesivas generaciones en la historia, o sea, nosotros, para que creamos que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengamos vida en su nombre. Antes de proclamar la Buena Nueva de hoy cantemos con entusiasmo el Aleluya.


Para la oración de los fieles:

A cada invocación, responderemos: “Tu que vives eternamente, escúchanos, Señor”



  • 1. Para que el Señor Jesús, Salvador del mundo, haga de su Iglesia el testigo fiel de su resurrección, roguemos al Señor.


  • 2. Para que los gobernantes busquen ante todo la justicia y la paz, roguemos al Señor.


  • 3. Para los que buscan la fe, sean iluminados por la luz de Cristo resucitado y el testimonio de los hermanos, roguemos al Señor.


  • 4. Para que Jesús, el Señor, vencedor de la muerte nos confirme a nosotros en la firmeza de la fe y en el testimonio de su resurrección, roguemos al Señor.


  • 5. Para que los jóvenes, sigan las huellas del Redentor, respondiendo a su llamada, para que haya un aumento en las vocaciones a la vida religiosa y sacerdotal, roguemos al Señor.

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