MONICIONES (Domingo 2º de Pascua - A)
Inicial.
A los ocho días de la Pascua, como los discípulos en Jerusalén, nosotros también estamos reunidos hoy aquí. Y también como entonces, Jesús se hace presente en medio de nosotros, y, escucharemos su Palabra y comeremos su Cuerpo. Nosotros también nos alegramos con su presencia y nos sentimos llenos de su paz y de su Espíritu y enviados a anunciar la Buena Noticia con nuestra vida.
Iniciamos la celebración en los Domingos de Pascua, con la aspersión del agua sobre nuestras cabezas, recordando con fe nuestro bautismo, por el que fuimos hechos hijos de Dios y miembros de la Iglesia.
Primera Lectura.
Los Hechos de los Apóstoles nos han dejado testimonio de cómo vivía la primera comunidad de cristianos y es modelo para que nosotros intentemos hacer lo mismo.
Segunda Lectura.
San Pedro nos hace en su carta una reflexión sobre lo que significa estar bautizado. Nuestra fe y confianza en Jesús, animan nuestra espera hasta que vuelva de nuevo.
Secuencia. (Después de la Segunda Lectura)
En las grandes fiestas cristianas, antes del Evangelio escuchamos la Secuencia, una composición poética que la Iglesia lee o canta y que podemos rezar e interiorizar.
Evangelio.
Jesús resucitado se hace presente en medio de nosotros y nos saluda con la paz, estimula nuestra fe y nos impulsa a ser testigos de su resurrección en el mundo y continuadores de su obra. Abramos nuestro corazón a su mensaje.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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