DOMINGO Vº DE CUARESMA
PREPARACIÓN:
Antes de la salida del celebrante
Con la celebración de este domingo quinto de Cuaresma, damos inicio a la última semana antes de la Semana Santa, de este tiempo de preparación y renovación profunda de nuestras vidas, que debe llevarnos a caminar junto a Cristo cargando la cruz, morir con Él y poder así, resucitar con Él en la Pascua.
AMBIENTACIÓN:
Luego del saludo inicial y antes del acto penitencial
El Señor hoy, en la resurrección de Lázaro, nos hace el anuncio de nuestra futura resurrección, en la que también nuestros cuerpos volverán a la vida, participando en la vida de Cristo, esto es, vivir eternamente. Y así, para los creyentes, la muerte no es el final de la vida, sino el paso a una vida que dura para siempre.
1ª. LECTURA: (Ez 37, 12-14)
El regreso del destierro es para el pueblo de Israel volver a la libertad, volver a la vida. La visión del Profeta anuncia la vuelta a Jerusalén y simboliza la vida nueva que trae Cristo, el Mesías.
SALMO RESP.: (129, 1-5. 6c-8)
R. En el Señor se encuentra la misericordia.
2ª. LECTURA: (Rm 8, 8-11)
La voz del Apóstol nos dice que el hombre es conducido por el Espíritu de Dios y que tiene verdaderamente vida, aunque el cuerpo muera.
EVANGELIO: (Jn 11, 1-45)
En la proclamación del santo Evangelio, el mismo Jesús nos muestra, en la resurrección de Lázaro, el anticipo de la suya y también de la nuestra.
ORACIÓN DE LOS FIELES:
CELEBRANTE:
Hermano, ahora es el tiempo propicio, ahora es el día de salvación; acudamos pues, a nuestro Padre del Cielo que nos concede estos días de perdón y presentémosle nuestra oración comunitaria.
GUÍA: A cada una de las peticiones responderemos orando:
"SEÑOR, ESCÚCHANOS Y DANOS LA VIDA"
v Padre, para que todos los hombres, reconociendo que eres el dueño de la vida y que nos has dado la vida para que vivamos para siempre, encontremos en la Iglesia un sacramento eficaz de salvación, te pedimos...
v Padre, para que por la palabra del Papa Francisco y nuestros Obispos, luchemos para que sea el espíritu de Cristo el que dirija nuestro cuerpo y nuestro mundo, para que sea siempre la vida y no la muerte la que nos dirija y gobierne, te pedimos...
v Padre, para que en nuestra querida patria, todos los que están enterrados en el materialismo, en el tener y en el poder, para que se liberen de aquello que les esclaviza y siguiendo a Jesús, podamos construir una nación que viva de acuerdo con los valores del Evangelio, te pedimos...
v Padre, para que todos los que sufren encuentren en tu Hijo la verdadera fortaleza y alivio, y en nosotros los auténticos y fraternos hermanos que con el gesto y la palabra oportuna llegan hasta el hermano solo y desamparado, te pedimos...
v Padre, para que toda nuestra comunidad, superando, con el espíritu de tu Hijo, todas las tentaciones de muerte que nos acosan cada día y luchando contra todo lo que es muerte y destrucción, enfermedad, desánimo y fracasos temporales, muriendo con Él, también con Él podamos alcanzar la resurrección y la vida, te pedimos...
CELEBRANTE:
Padre de misericordia, atiende favorablemente nuestras peticiones y concédenos que las saludables prácticas de la Cuaresma dispongan los corazones de tus hijos, para que celebrando dignamente el misterio pascual, extendamos por todas partes el anuncio de tu salvación. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:
Para que nuestra ofrenda sea la que el Padre quiere, es indispensable que le presentemos un corazón que anhela una auténtica conversión y poder así recibir la gracia de la resurrección.
Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea
DIÁLOGO DEL PREFACIO:
Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")
Jesús nos ha dicho: "quien cree en mí, aunque muera, vivirá para siempre", por eso, hoy más que nunca, elevemos nuestra acción de gracias al Padre.
COMUNIÓN:
El Señor nos ha hablado de la vida que dura para siempre en la Gloria de Dios, y ahora quiere darnos, con su Cuerpo y su Sangre, un anticipo de esa gloria, cuando resucitemos al final de los tiempos.
COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.
Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado, pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:
Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.
DESPEDIDA:
El Señor aún nos concede una semana más para disponernos a vivir profundamente la Semana Santa, no la desperdiciemos; preparemos nuestros corazones para poder recibir la gracia de la salvación que Él nos ofrece.
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