Alentados por el ansia que Tú has puesto en nuestros corazones, te presentamos, Padre, nuestras peticiones y deseos:
DANOS, SEÑOR, A BEBER DE LA FUENTE DE TU AMOR
- Que la Iglesia sea cauce sin límites del agua de vida, alegría y esperanza que proceden de ti.
- Que se haga posible en nuestro mundo un cambio profundo en la cultura del consumo que nunca podrá saciar la sed de vida verdadera que, en el fondo, todos estamos buscando.
- Que nos hagamos conscientes del inmenso valor del agua para la tierra y para la vida y hagamos todo lo posible para que el agua llegue a todas las personas de nuestro mundo.
- Que encontremos en ti, Padre, y en Jesucristo tu enviado, el agua verdadera que nos haga olvidar las otras aguas ya podridas y los aljibes agrietados de la insaciable ebre del consumo.
- Que sepamos amarte a ti, Padre, en todas las cosas y a todas en ti.
Escucha, Padre, nuestra oración. Danos el agua de tu Vida y comprométenos para que haya agua y justicia para todos en este mundo.
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