07 febrero 2023

Moniciones y Evangelio del Domingo 12 de Febrero de 2023 | VI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

 MONICION DE ENTRADA

Bienvenidos hermanos y amigos. Que la Alegría del Señor Resucitado los acompañe hoy y siempre.

Jesús no ha venido a cambiar la Ley sino a mejorarla. Y las cuestiones como el amor y respeto a los hermanos, o el respeto y amor por la pareja, nos marcan un camino de vida adecuado mediante su permanente mensaje del amor. Pongámonos  de pie e iniciemos la eucaristía con gozo y alegría. 

Ciclo A


MONICION A LA PRIMERA LECTURA

En la primera lectura, un sabio del Antiguo Testamento, nos ayuda a saber escoger el camino del Señor; él quiere ofrecer toda la experiencia de su larga vida, muy reflexionada y pensada, sin proyecciones personales ni pretensiones de dominio, a un joven para que decida, inteligentemente, sobre su vida. Esos consejos que acumulan tanta vida forman eso que llamamos ley y normas morales. ¿Sirven para algo? Escuchemos.

PRIMERA LECTURA

No mandó pecar al hombre

Lectura del libro de Sirácida 15, 16-21

Si quieres, guardarás los mandatos del Señor,
porque es prudencia cumplir su voluntad;

ante ti están puestos fuego y agua:
echa mano a lo que quieras;

delante del hombre están muerte y vida:
le darán lo que él escoja.

Es inmensa la sabiduría del Señor,
es grande su poder y lo ve todo;

los ojos de Dios ven las acciones,
él conoce todas las obras del hombre;

no mandó pecar al hombre,
ni deja impunes a los mentirosos.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 118, 1-2. 4-5. 17-18. 33-34 (R.: 1b)

R. Dichoso el que camina en la voluntad del Señor.

Dichoso el que, con vida intachable,
camina en la voluntad del Señor;
dichoso el que, guardando sus preceptos,
lo busca de todo corazón. R.

Tú promulgas tus decretos
para que se observen exactamente.
Ojalá esté firme mi camino,
para cumplir tus consignas. R.

Haz bien a tu siervo: viviré
y cumpliré tus palabras;
ábreme los ojos, y contemplaré
las maravillas de tu voluntad. R.

Muéstrame, Señor, el camino de tus leyes,
y lo seguiré puntualmente;
enséñame a cumplir tu voluntad
y a guardarla de todo corazón. R.

MONICION A LA SEGUNDA LECTURA

Cuando la comunidad ofrece todo lo que ha elaborado a lo largo de su dilatada historia está aportando un cúmulo de humanidad y de comprensión sobre el ser humano que es un patrimonio inmenso y profundo. Pero eso requiere mucho cuidado. No todo lo que se nos ocurre forma parte de ese patrimonio. Solo lo que el Espíritu nos ha ido suscitando y revelando. Escuchemos a San Pablo.

SEGUNDA LECTURA

Dios predestinó la sabiduría antes de los siglos para nuestra gloria

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 6-10

Hermanos:

Hablamos, entre los perfectos, una sabiduría que no es de este mundo, ni de los príncipes de este mundo, que quedan desvanecidos, sino que enseñamos una sabiduría divina, misteriosa, escondida, predestinada por Dios antes de los siglos para nuestra gloria.

Ninguno de los príncipes de este mundo la ha conocido; pues, si la hubiesen conocido, nunca hubieran crucificado al Señor de la gloria. Sino, como está escrito: «Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar lo que Dios ha preparado para los que lo aman».

Y Dios nos lo ha revelado por el Espíritu. El Espíritu lo sondea todo, incluso lo profundo de Dios.

Palabra de Dios.

MONICION AL EVANGELIO

Jesús es criticado por los más moralistas de su tiempo. En nombre del orden y de su tradición le acusan de olvidarse de la ley, la moral, los valores, la tradición y los mandamientos. Él rechaza esa acusación y nos envía un mensaje. La Ley y la moral son una buena ayuda para recordarnos y hacernos descubrir que lo importante es ayudarnos en la vida y mirar hacia delante. Nos ponemos de pie para la proclamación del evangelio.

EVANGELIO

Se dijo a los antiguos, pero yo os digo

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«No creáis que he venido a abolir la Ley y los profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud.

Os aseguro que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la Ley.

El que se salte uno sólo de los preceptos menos importantes, y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos.

Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos.

Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será procesado.

Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado. Y si uno llama a su hermano «imbécil», tendrá que comparecer ante el Sanedrín, y si lo llama «renegado», merece la condena del fuego.

Por tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Con el que te pone pleito, procura arreglarte en seguida, mientras vais todavía de camino, no sea que te entregue al juez, y el juez al alguacil, y te metan en la cárcel. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último cuarto.

Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.

Si tu ojo derecho te hace caer, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en el infierno.

Si tu mano derecha te hace caer, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero al infierno.

Está mandado: «El que se divorcie de su mujer, que le dé acta de repudio».

Pues yo os digo: El que se divorcie de su mujer, excepto en caso de impureza, la induce al adulterio, y el que se case con la divorciada comete adulterio.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».

Pues yo os digo que no juréis en absoluto: ni por el cielo, que es el trono de Dios; ni por la tierra, que es estrado de sus pies; ni por Jerusalén, que es la ciudad del Gran Rey. Ni jures por tu cabeza, pues no puedes volver blanco o negro un solo pelo. A vosotros os basta decir «si» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra del Señor.

O bien más breve:

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 20-22a. 27-28. 33-34a. 37

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Os lo aseguro: Si no sois mejores que los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No matarás», y el que mate será procesado.

Pero yo os digo: Todo el que esté peleado con su hermano será procesado.

Habéis oído el mandamiento «no cometerás adulterio». Pues yo os digo: El que mira a una mujer casada deseándola, ya ha sido adúltero con ella en su interior.

Habéis oído que se dijo a los antiguos: «No jurarás en falso» y «Cumplirás tus votos al Señor».

Pues yo os digo que no juréis en absoluto.

A vosotros os basta decir «si» o «no». Lo que pasa de ahí viene del Maligno».

Palabra del Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Deja tu comentario