16 febrero 2023

Liturgia Domingo 19 de febrero 2023 / 7º Domingo del tiempo ordinario - Ciclo A

 —BIENVENIDA: 

Antes de la salida del celebrante

Celebramos hoy el domingo séptimo durante el año, y lo hacemos reuniéndonos en comunidad para celebrar la fiesta de nuestra vida: la Santa Misa, el sacramento del amor, de la unificación, que supera todas las hostilidades humanas.

El Señor nos manifiesta hoy, que Cristo ha venido a llevar la Ley a su perfección, exhortándonos a cada uno de los que queremos ser sus discípulos, a esa perfección que nace del amor, de ese amor universal que llega a todos los hombres, y el Señor nos pide que seamos con nuestros actos, con nuestra vida, ejemplos de amor, de bondad, de misericordia y de perdón.

 

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Lv 19, 1-2. 17-18)        

En este texto, el precepto del Señor contradice las costumbres existentes en Israel: se trata de odiar al pecado, pero amar al pecador.

SALMO RESP.:    (102, 1-4. 8. 10. 12-13)      

R. El Señor es bondadoso y compasivo.

2ª. LECTURA:     (1 Co 3, 16-23)   

San Pablo exhorta a la comunidad de Corinto, y en ella a todos nosotros: el cristiano no puede ya vivir como antes, ya que el cristiano es de Cristo, y Cristo es de Dios.

EVANGELIO:   (Mt 5, 38-48)

Escuchemos a Jesús, que hoy nos manifiesta la característica del cristiano, que lo distingue de los publicanos y de los gentiles: la actitud de perdón y de amor al prójimo.

HOMILÍA

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Sabiendo que nuestro Padre del Cielo es bondadoso y compasivo, dirijámosle ahora nuestra súplica humilde y confiada.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"SEÑOR, ESCUCHA NUESTRA ORACIÓN"

—Padre, te pedimos por la Iglesia y el Papa Francisco, para que todos los hombres escuchemos su ferviente llamada al amor universal, oremos...

—Padre, te pedimos por nuestra Iglesia diocesana, para que todos los que la formamos vivamos una auténtica fraternidad con todos los hombres, sin exclusiones, oremos...

—Padre, te pedimos por todos los que habitamos esta nación, para que dejando de lado nuestros rencores y divisiones, podamos construir verdaderamente la civilización del amor, oremos...

—Padre, te pedimos por los más pobres, los explotados y los injustamente marginados, para que encuentren en nosotros una auténtica caridad fraterna, oremos...

—Padre, te pedimos por nuestra comunidad, para que demos testimonio con nuestra vida de tu amor, y de búsqueda de la perfección que nos pides, oremos…

 

CELEBRANTE:

Señor, Dios nuestro, que haces caer la lluvia sobre justos e injustos, junto a estas necesidades te pedimos que nos ayudes, con tu Santo Espíritu a tener estas mismas actitudes con todos nuestros hermanos, para que así podamos alcanzar la perfección que Tú nos pides. Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

Al presentar nuestra ofrenda sobre el altar, es necesario que también le presentemos a Dios, un corazón siempre dispuesta a perdonar.

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Jesús es el Sacramento de la Nueva Alianza que Dios ha establecido con nosotros; alianza de amor por la que ahora, todos unidos, damos gracias.

COMUNIÓN:

Este misterio eucarístico, del que ahora vamos a participar, exige y estimula la reconciliación; por eso, es indispensable que el amor reine en nuestro corazón, antes de recibir el Cuerpo del Señor.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Es necesario que en nuestras vidas reine un amor activo: no bastan los sentimientos ni las palabras; es necesario hacer el bien como nuestro Padre del Cielo que, sin discriminación, hace salir el sol sobre buenos y malos.

CANTAMOS

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