24 enero 2023

Moniciones y Lecturas domingo 29 de Enero de 2023 – Cuarto domingo del tiempo Ordinario

 Domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordinario

Ciclo A


MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos, hermanos y amigos. Reciban todos ustedes gracia, paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Todo el mundo quiere ser feliz, pero pocos lo consiguen de verdad. La Liturgia de este Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario nos trae esta enseñanza: felices son los que buscan al Señor. Los débiles, los sufridos, son felices no por ser débiles y sufridos, sino porque en su debilidad y en su sufrimiento buscan al Señor. Buscar al Señor: ése es el camino de la verdadera felicidad. Difícil de comprender, pero camino seguro. 

Felices de haber venido hoy a buscar al Señor, pongámonos de pie y celebremos la  Presencia del Resucitado entre nosotros.

MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Sofonías 2,3; 3,12-13)

El profeta Sofonías nos da hoy – en breves palabras – la clave de la felicidad: “Busquen al Señor”.  Escuchemos con atención la Primera Lectura.

PRIMERA LECTURA

Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde

Lectura de la profecía de Sofonías 2, 3; 3, 12-13

Buscad al Señor los humildes,
que cumplís sus mandamientos;

buscad la justicia,
buscad la moderación,
quizá podáis ocultaros
el día de la ira del Señor.

«Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde,
que confiará en el nombre del Señor.

El resto de Israel no cometerá maldades,
ni dirá mentiras,
ni se hallará en su boca una lengua embustera;
pastarán y se tenderán sin sobresaltos».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10 (R.: Mt 5, 13)

R. Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

O bien:

R. Aleluya.

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
él hace justicia a los oprimidos,
él da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA (1 Corintios 1,26-31)


Pablo nos recuerda que en nuestra miseria es donde se manifiesta la gloria de Dios: Dios busca a los necios, para llenarlos de su sabiduría… a los débiles, para llenarlos de su fuerza…  a los pobres, para llenarlos de su riqueza…  Escuchemos.

SEGUNDA LECTURA

Dios ha escogido lo débil del mundo

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31

Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder.

Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.

Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención.

Y así —como dice la Escritura— «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».

Palabra de Dios.

Aleluya Mt 5, 12a

Estad alegres y contentos,
porque vuestra recompensa será grande en el cielo.

Versículos alternativos para el Aleluya

MONICIÓN EVANGELIO (Mateo 5,1-12)

Hoy Mateo nos presenta este bello pasaje: Jesús vio a la muchedumbre que lo buscaba… y los llamó “dichosos”. Abramos el oído, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para escuchar nosotros también a Jesús. 

EVANGELIO

Dichosos los pobres en el espíritu

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a

En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:

—«Dichosos los pobres en el espíritu,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos los que lloran,
porque ellos serán consolados.

Dichosos los sufridos,
porque ellos heredarán la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque ellos quedarán saciados.

Dichosos los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia.

Dichosos los limpios de corazón,
porque ellos verán a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz,
porque ellos se llamarán los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia,
porque de ellos es el reino de los cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».

Palabra del Señor.

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