Domingo de la 4ª semana de Tiempo Ordinario
Ciclo A
MONICIÓN DE ENTRADA
Bienvenidos, hermanos y amigos. Reciban todos ustedes gracia, paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Todo el mundo quiere ser feliz, pero pocos lo consiguen de verdad. La Liturgia de este Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario nos trae esta enseñanza: felices son los que buscan al Señor. Los débiles, los sufridos, son felices no por ser débiles y sufridos, sino porque en su debilidad y en su sufrimiento buscan al Señor. Buscar al Señor: ése es el camino de la verdadera felicidad. Difícil de comprender, pero camino seguro.
Felices de haber venido hoy a buscar al Señor, pongámonos de pie y celebremos la Presencia del Resucitado entre nosotros.
MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Sofonías 2,3; 3,12-13)
El profeta Sofonías nos da hoy – en breves palabras – la clave de la felicidad: “Busquen al Señor”. Escuchemos con atención la Primera Lectura.
PRIMERA LECTURA
Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde
Lectura de la profecía de Sofonías 2, 3; 3, 12-13
Palabra de Dios.
Salmo responsorial: Salmo 145, 7. 8-9a. 9bc-10 (R.: Mt 5, 13)
O bien:
R. Aleluya.
MONICIÓN SEGUNDA LECTURA (1 Corintios 1,26-31)
SEGUNDA LECTURA
Dios ha escogido lo débil del mundo
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 26-31
Fijaos en vuestra asamblea, hermanos, no hay en ella muchos sabios en lo humano, ni muchos poderosos, ni muchos aristócratas; todo lo contrario, lo necio del mundo lo ha escogido Dios para humillar a los sabios, y lo débil del mundo lo ha escogido Dios para humillar el poder.
Aún más, ha escogido la gente baja del mundo, lo despreciable, lo que no cuenta para anular a lo que cuenta, de modo que nadie pueda gloriarse en presencia del Señor.
Por él vosotros sois en Cristo Jesús, en este Cristo que Dios ha hecho para nosotros sabiduría, justicia, santificación y redención.
Y así —como dice la Escritura— «el que se gloríe, que se gloríe en el Señor».
Palabra de Dios.
Aleluya Mt 5, 12a
Versículos alternativos para el Aleluya
MONICIÓN EVANGELIO (Mateo 5,1-12)
Hoy Mateo nos presenta este bello pasaje: Jesús vio a la muchedumbre que lo buscaba… y los llamó “dichosos”. Abramos el oído, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para escuchar nosotros también a Jesús.
EVANGELIO
Dichosos los pobres en el espíritu
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 1-12a
En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió a la montaña, se sentó, y se acercaron sus discípulos; y él se puso a hablar, enseñándoles:
Dichosos vosotros cuando os insulten y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa. Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo».
Palabra del Señor.
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