31 enero 2023

Moniciones y lecturas del Domingo 05 de Febrero de 2023 – Domingo V del Tiempo Ordinario Ciclo A

 

MONICIÓN DE ENTRADA

Bienvenidos, hermanos y amigos. Reciban todos ustedes gracia, paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Estamos en el Quinto Domingo del Tiempo Ordinario. La Liturgia de la Palabra de hoy nos reafirma que todo creyente está llamado a ser sal  de la tierra y luz del mundo. Ser luz es vivir en la fe, y ser su testigo. Ser sal es dar sabor de Dios a todas las realidades cotidianas. No se trata de palabras, sino de obras: que se vea que somos sal y luz.  

Seguros de la Presencia del Resucitado aquí y ahora entre nosotros, pongámonos de pie y celebremos con gozo este compromiso bautismal.

Domingo de la 5ª semana de Tiempo Ordinario

Ciclo A


MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Isaías 58,7-10)

 El Profeta Isaías describe hoy, en pocas frases, la verdadera religión y su auténtica expresión: compartir los bienes y la vida. Escuchemos.

PRIMERA LECTURA

Romperá tu luz como la aurora

Lectura del libro de Isaías 58, 7-10

Así dice el Señor:
«Parte tu pan con el hambriento,
hospeda a los pobres sin techo,
viste al que ves desnudo,
y no te cierres a tu propia carne.

Entonces romperá tu luz como la aurora,
en seguida te brotará la carne sana;
te abrirá camino la justicia,
detrás irá la gloria del Señor.

Entonces clamarás al Señor,
y te responderá;
gritarás,
y te dirá:
«Aquí estoy».

Cuando destierres de ti la opresión,
el gesto amenazador y la maledicencia,
cuando partas tu pan con el hambriento
y sacies el estómago del indigente,
brillará tu luz en las tinieblas,
tu oscuridad se volverá mediodía».

Palabra de Dios.

Salmo responsorial: Salmo 111, 4-5. 6-7. 8a y 9 (R.: 4a)

R. El justo brilla en las tinieblas como una luz.

En las tinieblas brilla como una luz
el que es justo, clemente y compasivo.
Dichoso el que se apiada y presta,
y administra rectamente sus asuntos. R.

El justo jamás vacilará,
su recuerdo será perpetuo.
No temerá las malas noticias,
su corazón está firme en el Señor. R.

Su corazón está seguro, sin temor.
Reparte limosna a los pobres;
su caridad es constante, sin falta,
y alzará la frente con dignidad. R.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA (1 Corintios 2,1-5)

Pablo nos trae esta enseñanza: el que vive el servicio a los humildes vive la sabiduría de Cristo crucificado. Esa transformación sólo es posible por el poder del Espíritu. Escuchemos con atención.

SEGUNDA LECTURA

Os anuncié el misterio de Cristo crucificado

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 2, 1-5

Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado.

Me presenté a vosotros débil y temblando de miedo; mi palabra y mi predicación no fue con persuasiva sabiduría humana, sino en la manifestación y el poder del Espíritu, para que vuestra fe no se apoye en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Palabra de Dios.

Aleluya Jn 8, 12b

Yo soy la luz del mundo
—dice el Señor—;
el que me sigue tendrá la luz de la vida.

Versículos alternativos para el Aleluya

MONICIÓN EVANGELIO (Mateo 5,13-16)

Hoy Jesús nos pide ser testigos de la alegría del Evangelio, ser nosotros mismos una Buena Noticia para los demás, ser claridad y alegría en medio de un mundo sombrío y amargado, para gloria del Padre. Abramos el oído, la mente y el corazón y pongámonos de pie para escuchar su Palabra.

EVANGELIO

Vosotros sois la luz del mundo

 Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

—«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?

No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente.

Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.

Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.

Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo».

Palabra del Señor.

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