ENTRADA
"Ven, Señor, Jesús", es el grito del Adviento.
Aquí venimos todos, hermanos y hermanas, a orar para que el Reino venga, para que su amor llene nuestros corazones, para recordarnos que el Señor viene con poder, y se hace presente en medio de nuestra comunidad por medio de su Espíritu.
Juntos vamos a escuchar el mensaje de la Palabra y juntos nos sentamos en torno de la mesa del Señor.
Entonemos el canto de entrada.
PRIMERA LECTURA
Sobre Jesús descansa el Espíritu. Por eso la nueva creación en el Espíritu tiene como señales de identidad el perdón y la paz.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
La Palabra de Dios es una fuente de esperanza. Dios nos ofrece su salvación porque el es bueno, no porque nosotros seamos buenos.
Convertirse es dejar a Dios entrar en tu vida.
Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.
EVANGELIO
El ser cristiano de toda la vida no es garantía de salvación.
Juan nos pide dar signos claros de conversión.
El Reino de Dios está cerca y nuestra vocación es construir la comunidad de seguidores de Jesús.
Escuchemos la proclamación del evangelio.
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos por los líderes de nuestra iglesia para que promuevan con pasión el perdón y la paz, la justicia y el bienestar de todos los oprimidos.
Oremos por los líderes de las naciones para que a través del diálogo y del respeto, todos los pueblos puedan comenzar a vivir en la paz de Dios.
Oremos por todos nosotros para que ofrezcamos a los niños un crecimiento en paz, armonía y amor.
Oremos por los enfermos, los encarcelados, los que viven en la droga, por los que están solos y por todos los que sufren pobreza y marginación.
Oremos por los difuntos de nuestras familias y de la parroquia (nombres: para que el Señor les conceda vivir en su gloria.
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