Inicial: Este domingo el Señor nos llama a estar preparados para el final de la historia y el encuentro definitivo con él. No nos infunde miedo sino valentía ante lo que vendrá, pues él mismo será nuestro socorro. También en esta celebración encomendamos la asamblea arquidiocesana de pastoral, que sea un momento de animación y vivencia sinodal. Celebremos con fe y esperanza.
Lecturas: La liturgia de este domingo, está centrada en un final próximo, y nos exhorta a trabajar en vigilia constante, y demostrar que somos verdaderos cristianos, esperando el día de la Justicia Divina. Escuchemos atentamente.
Ofrendas: La materia del sacrificio es humilde, como nuestra vida, pero en manos de Dios, pueden resultar valiosas si dejamos que El obre en nosotros y con nosotros.
Comunión: Estar con Cristo en la vida eterna es nuestra meta. Hoy podemos tener ya un anticipo de esa gloria celestial comulgando el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Acerquémonos a recibirle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario