Monición de entrada
Queridos hermanos: Estamos en el penúltimo domingo del año litúrgico, y no es extraño que los textos de la misa de hoy den a nuestra oración un tono escatológico, o sea, que nos hagan mirar al futuro de la humanidad; tal como ya venía sucediendo en los domingos anteriores y como lo seguirá siendo en los sucesivos, también en el Adviento. A esta mirada hacia el futuro nos invitan, no sólo el evangelio y la primera lectura, sino también esta vez la segunda
Ahora bien, los «últimos tiempos» ya los estamos anticipando siempre en la participación de los sacramentos, sobre todo en la Eucaristía, como la que comenzamos a continuación, poniéndonos de pie y entonando el canto de entrada…
Moniciones a las Lecturas
Opción 1: Monición para todas las lecturas
Las lecturas de hoy nos recuerdan que la historia de la salvación llegará un día a su fin. El profeta Malaquías evoca el juicio definitivo de Dios, que puede ser condenatorio o salvador. El salmista nos dice que Dios llega a nosotros trayendo en sus manos la salvación y la victoria. Y el evangelio, con la probable referencia a la destrucción de Jerusalén en el año 70, nos invita a mantenernos fieles al mensaje en cualquier momento de nuestra existencia, por difícil y doloroso que pueda ser. Escuchemos con mucha atención.
Opción 2: Monición para cada una de las lecturas
Primera Lectura (Malaquías 3, 19-20a)
Hoy leemos una página del profeta Malaquías que anuncia «el día del Señor». Es el día mesiánico en que Dios quemará a los malvados como paja, mientras que a los que honran su nombre los iluminará un sol de justicia. Esto lo anuncia Malaquías para animar a los judíos que, ya de vuelta del destierro, están desilusionados por los pocos resultados de su reconstrucción. Escuchemos.
Salmo Responsorial (Salmo 97)
El salmo 97 nos anuncia la llegada del Señor, que viene para regir la tierra con justicia. Unamos nuestras voces al salmista diciendo todos:
Segunda Lectura (2 Tesalonicenses 3, 7-12)
Terminamos hoy la lectura de la segunda carta a los Tesalonicenses. Y lo hacemos con una descalificación de los que no quieren trabajar. Pablo se atreve a ponerse a sí mismo como ejemplo de trabajo, sin ser carga para nadie.
Evangelio (Lucas 21, 5-19)
Escucharemos del Evangelio de San Lucas un discurso escatológico de Jesús, en el que nos pone en alerta y nos advierte sobre los últimos tiempos, animándonos a la perseverancia hasta el final.
Oración de los Fieles
1. Por nuestra Santa Madre Iglesia, para que siga permaneciendo firme ante los ataques que intentan destruirla y sea siempre esa luz con que ilumina al mundo. Oremos.
2. Por todos los que trabajan por la construcción de un mundo más humano y justo, según el proyecto de Dios, para que nunca se desalienten y perseveren en su empeño. Oremos.
3. Por los que sufren persecución, especialmente los cristianos que están siendo testigos de Cristo en países sin tolerancia religiosa, para que la fuerza de Jesús les anime y se mantengan siempre firmes en su fe. Oremos.
4. Por los que este día compartimos este banquete eucarístico, para que al comer del Cuerpo del Señor nos alimentemos en nuestra fe y podamos seguir adelante aún en medio de las dificultades. Oremos.
Presentación de las Ofrendas
Con las ofrendas de pan y vino, presentemos al Señor nuestra confianza puesta en él, y nuestro propósito de seguirle siendo fieles hasta el final. Cantemos.
Comunión
Estar con Cristo en la vida eterna es nuestra meta. Hoy podemos tener ya un anticipo de esa gloria celestial comulgando el cuerpo y la sangre de Cristo. Acerquémonos a recibirle.
Final
Que Cristo siga iluminando nuestro camino y nosotros podamos ser luz para el mundo al que vamos hoy, después de haber participado de esta Santa Misa.
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