Queridos hermanos: Dios Padre, rico en misericordia, siempre está dispuesto a atender las súplicas de aquellos que le invocan con fidelidad y obediencia. Humildemente implorémosle diciendo: Por tu misericordia, sálvanos Señor.
- Por el papa Francisco, los obispos y sacerdotes, para que a través de sus manos continúe llegando a toda la humanidad la acción salvadora de Dios.
- Por quienes tienen en sus manos la responsabilidad de gobernar las naciones, para que a partir del principio del bien común entiendan que el fin último de su servicio está en cada uno de los ciudadanos.
- Por todos los que tienen algún tipo de sufrimiento, especialmente los afligidos por graves dificultades morales, para que no teman buscar confiadamente el rostro amoroso del Padre que está dispuesto a acoger y perdonar.
- Por esta asamblea, congregada alrededor de la mesa eucarística, para que aproveche conscientemente la gracia dispensada en los sacramentos.
Padre misericordioso, confiadamente te presentamos nuestras oraciones con la certeza de saber que de ti viene la salvación. Escúchanos y concédenos lo pedido, según tu voluntad. Por Cristo, nuestro Señor. Amén.
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