Inicial.
De nuevo nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía en el domingo, el Día del Señor.
Él reúne en torno suyo a todos los hombres, pero se fija con especial amor en el pobre, el humilde, el afligido. Es necesario que cada uno nos despojemos de nuestras comodidades, de nuestra soberbia y nos hagamos humildes con el más humilde, porque sólo así podremos experimentar la gracia salvadora de Dios y anunciar su salvación.
En este domingo celebramos la Jornada Mundial de las Misiones, El DOMUND, que nos recuerda que la misión de Cristo, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en esta tarea, porque a cada uno de nosotros se nos ha dicho: "Seréis mis testigos". La Colecta extraordinaria será para las Misiones.
Primera Lectura.
El sabio nos explica cómo actúa Dios. Lo que él ama y quiere y lo que rechaza. La voz del pobre y del oprimido siempre llega al corazón de Dios.
Segunda Lectura.
San Pablo, sintiendo que su final está próximo, vuelve los ojos hacia atrás, repasa su vida y hace un resumen lleno de fe y esperanza.
Evangelio.
Jesús nos invita en el Evangelio a acercarnos a Dios con humildad. Sólo así podremos experimentar su amor, reconociendo que lo que somos es por su gracia y no por nuestros méritos.
Puestos de pie cantamos aleluya.
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