MONICIÓN DE ENTRADA Sed bienvenidos a la Eucaristía e iniciemos nuestra celebración con gran alegría. La alegría propia de hermanos que se quieren y se reúnen para escuchar la palabra de un gran amigo de todos. Jesús de Nazaret, quien sigue, también este domingo, advirtiéndonos sobre los excesos de poder y de riqueza, que empobrecen y oprimen a muchos hermanos. Hoy en la parábola del pobre Lázaro nos muestra como el hambre es una forma terrible de opresión. Hay muchos hombres, mujeres y niños que mueren de hambre en el planeta, mientras que en otras zonas las mesas están repletas y se malgastan los alimentos, como era el caso del rico Epulón. ¡Qué la Palabra y la Enseñanza del Señor Jesús nos ayude hoy, una vez más, a mejorar nuestra vida y la de nuestros hermanos. |
MONICIÓN SOBRE LAS LECTURAS 1.- Seguimos, como el domingo pasado, leyendo al Profeta Amós. Este profeta siempre condenó a los ricos de su época, crueles explotadores de los pobres. Hoy afea a esos poderosos sus excesos con la comida y las fiestas a costa de la indigencia de los más desfavorecidos. S.- El salmo 145 es primero de una serie de salmos dexológicos –que ensalzan y glorifica a Dios—con los cuales termina el libro de los Salmos, que llega hasta el 150. Son Salmos que los judíos contemporáneos de Jesús recitaban por la mañana, como oración para dar gracias al Señor que abría el día y con ello las maravillas de la naturaleza. Los versículos que proclamamos hoy guardan relación con la ofensa a los pobres de lo que hablan las otras lecturas de hoy. 2.- Continuamos, también, leyendo fragmentos de la Carta Primera a Timoteo. El apóstol Pablo continúa con la formación, a distancia, de uno de sus discípulos más queridos. Hoy le pide perseverancia hasta el momento que haya de presentarse hasta el Señor 3.- El Evangelio de San Lucas nos narra hoy la parábola del rico Epulón y del pobre Lázaro. Es una enseñanza clara en torno a que los abusos –también los de la comida—llevan a tiranizar al hombre. E invoca el Señor Jesús un problema muy acuciante todavía hoy: el del hambre en el mundo. |
Lectura de Postcomunión MONICIÓN Hemos seleccionado hoy esta interesante y bella oración para conseguir un mayor equilibrio personal en una época plena de situaciones difíciles y desequilibradas. ORACIÓN PARA OBTENER EL SANTO EQUILIBRIO Señor concédeme: --La serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar --El valor para cambiar aquellas que puedo -Y la sabiduría para conocer la diferencia. Oh Espíritu Santo, amor del Padre y del Hijo, inspírame siempre: --lo que debo pensar, - lo que debo decir, - como debo decirlo, - lo que debo callar, - lo que debo escribir, - como debo de obrar, para procurar vuestra Gloria, el bien de las almas y mi propia santificación. Espíritu Santo ilumina mi entendimiento y fortifica mi voluntad. Señor dame el equilibrio divino en mi vida. Gloria a ti Señor. Exhortación de despedida Debemos salir felices, muy felices, del templo. Jesús nos ha mostrado un camino de solidaridad con los más pobres y débiles que si somos capaces de adoptarlo estaremos siempre contentos. Siempre.
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