Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
Narrador: En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos:
Jesús: Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día.
Niño 1: Y ¿qué pasó después?
Jesús: Un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico.
Niño 2: Sigue, maestro, que me tienes en ascuas.
Jesús: Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno, y gritó:
Rico: Padre Abraham, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas.
Pero Abraham le contestó:
Niño 1: Mírale… Ahora se acuerda de Lázaro, cuando no le había dado ni una migaja para comer.
Rico: Padre Abraham, insisto. Te ruego, entonces, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.
Abraham: Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen
Rico: No, padre Abraham. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán.
Abraham: Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.
Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández
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