Dibujo realizado por: Fr. Félix Hernández Mariano ( descargar la imagen )
Evangelio dialogado
Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.
Narrador: Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre:
Hijo menor: Padre, dame la parte que me toca de la fortuna.
Narrador: Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Niño 2: Le está bien empleado por malgastar las cosas a destiempo.
Niño 1: Parece mentira… Como dice el refrán: “sólo no acordamos de santa Bárbara cuando truena”.
Narrador: Se puso en camino a donde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Hijo menor: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.
Padre: Sacad en seguida el mejor traje y vestido; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.
Mozo: Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud.
Narrador: Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo. Y él enfadado le dijo a su padre:
Hijo mayor: Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado.
Padre: Hijo, tú estás siempre conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado.
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