24 agosto 2022

28 DE AGOSTO DE 2022 DOMINGO 22 DEL TIEMPO ORDINARIO «C»

 R I T O S    I N I C I A L E S


CANTO DE ENTRADA.

Cuando estamos reunidos en tu nombre, en medio de nosotros, en medio de nosotros, en medio de nosotros estás tú.

 

En medio de vosotros, animando el encuentro, alzando las plegarias, avivando la fe, avivando la fe. 

   

SALUDO Y  MONICIÓN. 


ACTO PENITENCIAL.


GLORIA.


ORACIÓN COLECTA.


LITURGIA DE LA PALABRA


PRIMERA LECTURA.

Lectura del libro  del Eclesiástico 3, 17-18. 20. 28-29. 

 

Hijo, actúa con humildad en tus quehaceres, y te querrán más que al hombre generoso.

Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y así alcanzarás el favor del Señor. “Muchos son los altivos e ilustres, pero él revela sus secretos a los mansos”.

Porque grande es el poder del Señor y es glorificado por los humildes.

La desgracia del orgulloso no tiene remedio, pues la planta del mal ha echado en él sus raíces.

Un corazón prudente medita los proverbios, un oído atento es el deseo del sabio.   

PALABRA DE DIOS


SALMO RESPONSORIAL. Salmo 67.

Antífona: Tu bondad, oh, Dios, preparó una casa para los pobres.

 

Los justos se alegran, gozan en la presencia de Dios, rebosando de alegría.  Cantad a Dios, tocad a su nombre, su nombre es el Señor.

 

Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada.  Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece.

 

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa, aliviaste la tierra extenuada; y tu rebaño habitó en la tierra que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres.

 

SEGUNDA LECTURA.  

Lectura de la carta a los Hebreos 12, 18-19. 22-24a.

 

Hermanos:

No os habéis acercado a un fuego tangible y encendido, a densos nubarrones, a la tormenta, al sonido de la trompeta; ni al estruendo de las palabras, oído el cual, ellos rogaron que no continuase hablando. 

Vosotros os habéis acercado al monte Sión, ciudad del Dios vivo, Jerusalén del cielo, a las miríadas de ángeles, a la asamblea festiva de los primogénitos inscritos en el cielo, a Dios, juez de todos; a las almas de los justos que han llegado a la perfección, y al Mediador de la nueva alianza, Jesús. 

 PALABRA DE DIOS


ALELUYA.

Antífona: Tomad mi yugo sobre vosotros -dice el Señor-, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón.


EVANGELIO.

Lectura del santo Evangelio según San Lucas 14, 1. 7-14.

 

Un sábado, Jesús entró en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos lo estaban espiando.

Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y venga el que os convidó a ti y al otro, y te diga: ´´Cédele el puesto a éste.``

Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.

Al revés, cuanto te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: ´´Amigo, sube más arriba.``

Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.

Porque todo el que se enaltece será humillado; y el que se humilla será enaltecido.»

Y dijo al que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado. Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos.» 

 PALABRA DEL SEÑOR


HOMILÍA.


CREDO. 


ORACIÓN DE LOS FIELES.


LITURGIA EUCARÍSTICA


OFERTORIO.

Canto: 

Te ofrecemos, Señor, este pan y este vino, que en tu cuerpo y tu sangre quedarán convertidos.

 

Con el vino y el pan, te ofrecemos el fruto de nuestro trabajo, la ilusión de vivir, el placer y el dolor, la alegría y el llanto.

 

Juntamente, Señor, te ofrecemos la vida que tú nos has dado, la esperanza, la fe y el amor que nos hace sentirnos hermanos.

  

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.


PREFACIO Y SANTO.


PLEGARIA EUCARÍSTICA.


RITO DE LA COMUNIÓN


PADRE NUESTRO.


RITO DE LA PAZ.


CORDERO DE DIOS.


COMUNIÓN.

Canto:

Si me falta el amor, no me sirve de nada. Si me falta el amor, nada soy. (Bis)

 

Aunque yo dominara las lenguas arcanas y el lenguaje del cielo supiera expresar, solamente sería una hueca campana si me falta el amor.

 

Aunque todos mis bienes dejase a los pobres y mi cuerpo en el fuego quisiera inmolar, todo aquello sería una inútil hazaña si me falta el amor.

 

Aunque yo desvelase los grandes misterios y mi fe las montañas pudiera mover, no tendría valor, ni me sirve de nada, si me falta el amor. 

  

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.


Gracias, Señor, por ser nuestro alimento, nuestra fuerza, nuestra luz.

 

Ayúdanos a aceptarnos tal como somos, pequeños y humildes, porque sólo así podremos experimentar tu grandeza.

 

Gracias por estar siempre a nuestro lado, empujándonos a salir de nosotros mismos, a gastar nuestra vida por los demás, a transformar esta sociedad en la que todo se compra o se vende y es muy poco lo que se da o se regala. 

 

Gracias, Señor.

 

ORACIÓN.


RITO DE CONCLUSIÓN.


BENDICIÓN Y DESPEDIDA.


Canto.

Tú eres el Dios que nos salva, la luz que nos ilumina, la mano que nos sostiene y el techo que nos cobija.  La mano que nos sostiene y el techo que nos cobija.

 

Te damos gracias, Señor. Te damos gracias, Señor. (Bis) 


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