01 julio 2022

XIV Domingo TO

 XIV Domingo TO

1L.- La Jerusalén del futuro es descrita por el Profeta como una madre que sin dolor pare hijos numerosos y los cubre de cariño. Los que por ella sufrieron en la humillación podrán hacerle fiesta; lo harán todos los pueblos. El simbolismo del amor filial y maternal habla de Dios, anuncia paz, ensancha la esperanza y hace sentir presencia salvadora.
2L.- Pablo se siente como pertenencia de Jesús, lo que muestra no sólo verbalmente, sino con las señales (heridas) de las persecuciones y malos tratos sufridos por su causa.
Ev.- el envío de los 72 y las instrucciones para la predicación
PARA LLEVAR A LA VIDA
Jesús formó a sus discípulos no sólo con sus enseñanzas, sino enviándolos a realizar la misión. Por esto envió a los setenta, al poco tiempo de conocerlos.El número de los enviados representa a las naciones paganas. Prefigura la tarea que ha de cumplir la Iglesia hasta el fin del mundo: evangelizar a las naciones.
Cristo les apremia a difundir noticia del reino: la mies es abundante y los obreros pocos. Esta es la situación, hacen falta obreros de la paz y del bien.

Y alienta a hacerlo conscientes de la resistencia y oposición que encuentra su instauración. Las exigencias de la misión insisten en la disponibilidad necesaria para hacer una predicación eficaz del reino: (no llevar nada, no saludar a nadie, no andar de casa en casa, sacudir el polvo del calzado). Es decir, hay que presentarse ante los hombres con el mismo desasimiento que ante Dios. No hay que detenerse a "saludar" a nadie; es decir, no deben buscar el cobijo de las caravanas de viajeros para sus viajes, han rechazar esa forma de seguridad. Porque deben de poner su confianza exclusivamente en quien les envía. Advierte que no anden de un lugar a otro en busca de un hogar cada vez más confortable, sino que dediquen todo su tiempo a la misión.
Imágenes todas ellas evocadoras y al servicio de la urgencia de que el Reino de Dios sea una realidad. Los hombres necesitan una palabra de ayuda, de esperanza, de salvación, y esto es del mensaje de Dios, que se concreta de forma muy especial en acogida, perdón, amor y fraternidad, auténtica comunidad.
El Reino de Dios es para aquí, para ahora y para vosotros. Ya ha empezado. Hay que dar respuesta. Nos interpela. El Reino de Dios es paz y buena noticia. Esto quiere decir Evangelio, y por ahí empieza Jesús su predicación.


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