26 abril 2022

Evangelio dialogado para niños (1 mayo)

 

Evangelio dialogado

Te ofrecemos una versión del Evangelio del domingo en forma de diálogo, que puede utilizarse para una lectura dramatizada.

TERCER DOMINGO DE PASCUA –C- (Jn 21, 1-19)

Narrador: En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos junto al lago de Tiberíades. Y se apareció de esta manera:

Simón: Me voy a pescar

Tomás: Espera, Simón, voy contigo

Discípulos: Nosotros también vamos

Narrador: Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla, pero los discípulos no sabían que era Jesús.

Jesús: ¡Eh, muchachos! ¿Tenéis pescado?

Discípulos: NO

Jesús: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.

Discípulo1: Llevamos toda la noche y no hemos pescado un solo pez

Discípulo2: ¿Por qué hemos de hacerle caso? Querrá burlarse de nosotros. Es una tontería hacerlo.

Discípulo1: Tiramos la red a ver qué pasa. El fracaso ya lo tenemos. Con intentarlo no perdemos nada.

Simón: Una vez el Maestro nos hizo una invitación parecida.

Discípulo2: Probar no cuesta nada. Echémosla a ver qué ocurre.

Discípulos: Venga, probemos.

Discípulo1: ¡Cuánto pesa! ¡Estirad, estirad fuerte la red!

Discípulo2: Simón, aquel es el Señor

Simón: ¿Cómo? ¡Es verdad!

Narrador: Simón Pedro, al instante, se ató la túnica y se echo al agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más que unos cien metros, remolcando la red con los peces. Al saltar a tierra ven unas brasas con un pescado puesto encima y con pan.

Jesús: Traed de los peces que acabáis de coger

Simón: Aquí tienes, Señor. ¡Y son muy grandes!

Jesús: ¿Habéis pescado mucho?

Tomás: Yo calculo que hemos pescado más de 150 peces grandes. Las redes estaban a rebosar. ¡Y no se han roto!

Jesús: Vale, venid a comer

Narrador: Comieron pan y pescado asado. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntar a Jesús quién era, porque sabían bien que era el Señor resucitado de entre los muertos.
Después de haber comido, Jesús dice a Simón:

Jesús: Simón, ¿me amas más que éstos?

Simón: Sí, Señor, tú sabes que te quiero.

Jesús: Apacienta mis corderos

Narrador: Y Jesús vuelve a decirle por segunda y tercera vez a Pedro, que se pone triste:

Jesús: Simón, ¿me quieres?

Simón: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero.

Jesús: Apacienta mis ovejas. Ahora, ven y sígueme.

Elaborado por: Fr. Emilio Díez Ordóñez y Fr. Javier Espinosa Fernández

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