09 abril 2022

Domingo 17 de abril 2022 / Domingo de Pascua. Resurrección del Señor

 —BIENVENIDA: 

Antes de la salida del celebrante

Celebramos hoy, con gozo desbordante, la Pascua del Señor, porque es el fundamento de nuestra fe, el vigor de nuestra esperanza, la fuerza de nuestro amor: es verdad, el Señor ha resucitado y está presente entre nosotros. Y es por eso que, en este día, la Iglesia celebra este misterio central de nuestra salvación, desplegando al máximo todo su esplendor, gozo y alabanza.

¡Cristo ha resucitado! Ha pasado de la muerte a la vida, trayéndonos la vida nueva por la que podemos volver a ser hijos de Dios. y esto nos exige un permanente vivir nuestra Pascua: renovar diariamente nuestras vidas, nuestro interior. Y también nos exige el ser testigos de Cristo resucitado, proclamando el anuncio de salvación para que el mundo se convierta en Reino de Dios.

ASPERSIÓN:
Si se realiza la aspersión con agua bendita sobre la asamblea.

Y ahora, en un rito que suple al penitencial de la misa, evocando la Vigilia Pascual vivida anoche y recordando nuestra regeneración bautismal, el celebrante asperjará a toda la asamblea con agua bendita.

—LITURGIA DE LA PALABRA:

1ª. LECTURA:        (Hch 10, 34a. 37-43)        

Pedro, testigo de la resurrección de Cristo, nos recuerda el testimonio que cimienta la fe de toda la Iglesia.

SALMO RESP.:    (117, 1-2. 16-17. 22-23)      

R. Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él.

2ª. LECTURA:     (Col 3, 1-4 )   

San Pablo nos manifiesta claramente que nuestra realidad de resucitados con Cristo, ya no nos permite vivir como antes.

SECUENCIA

EVANGELIO:   (Jn 20, 1-9)

Volvemos a entonar el canto alegre de alabanza a Dios en el gozo de la Resurrección de Cristo, que escuchamos en el relato del santo Evangelio.

—ORACIÓN DE LOS FIELES:

CELEBRANTE:

Queridos hermanos y hermanas, renovados por la gracia de la Vida nueva que nos trajo Jesucristo con su resurrección; conscientes de que somos un pueblo sacerdotal para interceder por las aspiraciones de todos los hombres, elevamos gozosos nuestra plegaria.

GUÍA:  A cada una de las peticiones responderemos orando:

"POR CRISTO RESUCITADO, ESCÚCHANOS SEÑOR"

—Por la Santa Iglesia, para que el clamor de su anuncio de la Luz de Cristo, sea el símbolo del renacer pascual que nos anime a morir de una vez al pecado y a resucitar para siempre a la vida de la Gracia, a la vida de Dios, oremos...

—Por el Papa Francisco, nuestro Obispo, el Colegio Episcopal y todos nuestros sacerdotes, concédeles tu luz y fortaleza en su misión de llevar a los hombres a que encuentren la vida, la auténtica vida que sólo puede venir de quien es Él mismo el Camino, la Verdad y la Vida, oremos...

—Por nuestra querida patria, para que todos los que la habitamos hagamos realidad en nuestras vidas el mensaje del Evangelio y la transformemos en una patria nueva, de amor, de justicia, de libertad y de paz, oremos…

—Por todos los que sufren, para que en la resurrección de Jesús encuentren que ya no tienen sentido los llantos ni las tristezas, los desencantos ni los desencuentros: ¡estamos llamados a una nueva vida! ¡Jesús Resucitó!, oremos...

—Por toda nuestra comunidad, para que, con la Resurrección de Jesús, en que comenzamos nuestro propio peregrinar hacia la Ciudad Santa, nuestra meta sea ser hijos de la luz, irradiando y contagiando a todos nuestros hermanos, la alegría de nuestra vivencia cristiana, oremos…

CELEBRANTE:

Dios misericordioso, que con la Pascua de tu Hijo resucitó el cielo y la tierra, acoge el anhelo que tu Espíritu ha infundido en nuestros corazones y haz que el cielo nuevo y la tierra nueva que deseamos, vayan haciéndose realidad entre nosotros. Por Jesucristo, nuestro Señor.

—PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS:

El Padre espera que le presentemos, junto con este pan y este vino, el sincero propósito de renacer verdaderamente a la vida nueva que nos trae Jesús resucitado.

 

Al término del “Lavatorio de Manos” y cuando el celebrante vuelve al centro del altar y antes de la oración siguiente, se hace poner de pie a la asamblea

—DIÁLOGO DEL PREFACIO: Al iniciarse el Prefacio (antes de "El Señor esté con vosotros")

Hoy más que nunca debemos dar gracias a Dios, por el don de la vida plena y libre que Jesucristo, con su resurrección, ha iniciado para todos nosotros.

COMUNIÓN:

Cristo, nuestro Cordero Pascual, ha sido inmolado; Él se nos da como el Pan nuevo de la Pascua, en esta Eucaristía que compartimos fraternalmente.

Cantamos...

COMUNIÓN ESPIRITUAL:
Al término de la distribución de la comunión.

Hermanos:
Todos aquellos que no han podido acercarse a recibir a Jesús Sacramentado,
pueden hacer la Comunión Espiritual rezando la siguiente oración:

Creo Señor mío que estás realmente presente
en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas y deseo
ardientemente recibirte dentro de mi alma;
pero, no pudiendo hacerlo  ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si te hubiese recibido, me abrazo
y me uno todo a Ti;
Oh Señor, no permitas que me separe de Ti.
Amén.

DESPEDIDA:

Hermanos, que nuestro mensaje a todos los hombres sea en estas fiestas y siempre: ¡Cristo ha resucitado, Aleluya! Esta es nuestra fe, ésta es la razón de nuestro modo de vivir como cristianos, éste es el Evangelio que anunciaron los Apóstoles y que nosotros también tenemos que testimoniar con el ejemplo de nuestras propias vidas renovadas.

 

Nos despedimos cantando...

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