MONICIONES
Inicial.
El pasado miércoles, con la imposición de la ceniza, iniciamos el tiempo de Cuaresma, camino que nos lleva a la Pascua.
Tiempo fuerte que nos invita a profundizar en la oración, el ayuno y la limosna, o lo que es lo mismo, a abrir nuestro corazón a Dios y a los hermanos y cerrarlo a muchas cosas superfluas, que con frecuencia nos impiden ver lo esencial.
Hoy, como Jesús, iniciamos nuestro camino en el desierto, lugar de soledad y silencio, de austeridad y desprendimiento, dejándonos guiar por el Espíritu y apoyándonos en la Palabra de Dios.
Primera Lectura.
Vamos a escuchar la profesión de fe de Israel, agradeciendo el verse librado de la opresión de Egipto y que Dios le da una tierra de libertad y abundancia.
Segunda Lectura.
San Pablo nos recuerda que la Palabra de Dios está cerca de nuestro corazón. Si nos comprometemos con la Palabra obtendremos salvación.
Evangelio.
Jesús vence las tentaciones apoyándose en la Palabra de Dios. Esta es la lección que hemos de obtener nosotros ante las continuas tentaciones que nos ofrece la vida: poder, éxito, suficiencias, riquezas,…
Aclamamos al Evangelio puesto de pie.
PETICIONES
- Por la Iglesia, para que abierta al Espíritu sea un lugar de encuentro con Dios y con los hermanos. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por los pueblos de la tierra y sus gobernantes, para que progresen en caminos de justicia, paz y solidaridad. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por los enfermos, para que en su dolor se sientan unidos a la cruz de Cristo y no pierdan la paz y la esperanza. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por los alejados de la fe, los que viven angustiados, los que pasan necesidad, para que la luz de Cristo los ilumine, dé paz y reconforte. ROGUEMOS AL SEÑOR
- Por todos nosotros, para que la participación de la Eucaristía, nos ayude a que esta Cuaresma rea realmente un tiempo de renovación y conversión. ROGUEMOS AL SEÑOR.
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