Moniciones y peticiones CUARTO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO Enero 30 de 2022

 Entrada: Nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía en este IV domingo del Tiempo Ordinario, la Palabra de Dios nos sigue instruyendo y hoy nos trae un mensaje universal de salvación. Dios envía mensajeros a «todas las naciones» y ese mensaje llega hoy a nosotros. Dispuestos a escuchar la voz de Dios, celebremos con fe y alegría.

 Lecturas: Una cosa une a los protagonistas de las lecturas de este domingo: Jeremías y Jesús aparecen como profetas rechazados. Debemos siempre predicar el mensaje de salvación, aún en medio del rechazo y la hostilidad. Escuchemos con atención.

 

Ofrendas:  Estos dones, que serán luego el Cuerpo y la Sangre de Cristo, los llevamos al altar con nuestra vida, nuestro esfuerzo cotidiano y el compromiso de abrir entre nosotros un camino para el anuncio del Evangelio.

 

Comunión: Participemos ahora del banquete de la Nueva y Eterna Alianza, que nos fortalece para ser profetas y testigos de la Palabra de Dios.

ORACIÓN UNIVERSAL

 Queridos hermanos: el Espíritu de Jesús es el autor de la oración de la Iglesia; confiados en su inspiración interior, elevemos al Padre nuestra oración. Digamos: Padre de amor, escucha nuestra oración.

 1.    Por el papa, obispos, sacerdotes y todos los comprometidos en la evangelización, para que sigan llevando ese mensaje a todos los pueblos. Oremos.

2.    Por las vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras, para que sigan surgiendo en el seno de nuestras familias. Oremos

3.    Para que la Palabra de Dios instruya a nuestros gobernantes y ejerzan su gobierno según los designios de Dios. Oremos.

4.    Por los que sufren en el mundo, especialmente los que tienen que migrar a otros países en busca de un mejor destino. Oremos.

5.    Por esta comunidad reunida hoy en la casa de Dios, para que la palabra escuchada nos lleve a convertirnos en mensajeros de Dios. Oremos.

 Concédenos, Padre, el don de tu sabiduría, y haz que tu Iglesia sea signo concreto de la humanidad nueva, fundada en la libertad y en la comunión fraterna. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.