08 diciembre 2021

Ciclo C - Adviento - Domingo 3º

 

Monición de Entrada: MOTIVACIÓN

Bienvenidos y bienvenidas a la celebración de la Eucaristía.

Hermanos y hermanas: seguimos adelante con el tiempo de Adviento, y si en los otros domingos se nos ha llamado a la esperanza, en este tercer domingo, la Palabra de Dios nos invita, de una manera insistente, al gozo y a la alegría, a la alegría de la buena, porque Jesús, nuestro Señor, está cerca; porque Dios cumple su promesa y se hace uno de nosotros.

Éste es el reto: Jesús nace, pero tenemos que prepararle el camino con unas formas de vida que nos revelen la fraternidad querida por Dios, fraternidad que supone relaciones personales basadas en el amor y el respeto, en el diálogo y la tolerancia; nos anima también a compartir, a hacer justicia, a vivir en dignidad y honradez.

Quien es capaz de vivir así, notará que la alegría inunda su corazón. Que la Eucaristía nos llene de alegría y sepamos llevarla a los y a las demás.

Moniciones a las lecturas

1ª Lectura: Sofonías 3, 14-18a

El profeta Sofonías llama a Sión a la alegría y al gozo de corazón, desde la libertad que Dios ha conseguido para su pueblo. El Señor ha cancelado todas las deudas y expulsado todos los enemigos; Dios se presenta como un guerrero vencedor y salvador de su pueblo. Es, pues, un mensaje para la esperanza. Lo acogemos con gozo y paz.


2ª Lectura: Filipenses 4, 4-7

El apóstol Pablo invita a la comunidad de Filipos a la más honda y limpia alegría: “Alegraos en el Señor”. Por eso, no hay nada que temer, “nada os preocupe”; lo que hay que hacer es vivir en acción de gracias, porque el Señor está cerca. Éste es el mensaje. Escuchamos.


Evangelio: Lucas 3, 10-18

Juan, el Bautista, predica la palabra de conversión, y lo expresa con el rito del bautismo. No basta con escuchar, hay que convertirse, hay que comprometerse, hay que estar atentos y atentas para escuchar, porque todos y todas tenemos que cambiar. Pero, eso sí, cada uno, cada una en la propia vida, en su trabajo, en sus relaciones. Abrimos la mente y el corazón a este mensaje.

Oración de los fieles

Siguiendo la propuesta de Jesús que nos pidió dirigirnos al Padre en su nombre, presentémosle nuestras oraciones, con la confianza de ser escuchados y escuchadas.

1.- Para que la Iglesia y todos los seguidores de Jesús vivan la alegría de la salvación, sepan acogerla y anunciarla a todas las personas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

2.- Por las personas que no encuentran sentido en la vida, por los/las que se sienten tristes, vacíos-as, deprimidos-as, ni se sienten integrados-as socialmente; por los/as enfermos-as y los/as ancianos-as: para que reciban la ayuda, el cariño y la solidaridad que necesitan. ROGUEMOS AL SEÑOR.

3.- Por los niños/niñas y los/las jóvenes que son la esperanza y la alegría del mundo, para que no se dejen arrastrar por el egoísmo y el consumismo que enturbian el amor, la alegría, la solidaridad, y sepan compartir con los/las que menos tienen. ROGUEMOS AL SEÑOR.

4.- Por tantas personas que trabajan en favor de la paz, para que no se desanimen, y los/las gobernantes pongan lo que está en sus manos: el diálogo, la tolerancia, la justicia en favor de todos y de todas. ROGUEMOS AL SEÑOR.

5.- Por cuantos y cuantas estamos reunidos y reunidas en esta celebración, para que seamos capaces de unir voluntades, superar las rencillas entre las personas y crear fraternidad, para ser testigos de la alegría y de la esperanza. ROGUEMOS AL SEÑOR.

Presentación de las ofrendas

Nota: ofrecemos diversos "SIGNOS" que nos parecen posibles, "fáciles" y que expresan el significado y el caminar de la Comunidad Cristiana.

Por favor: que nadie piense que hay que hacer todos ellos. Que cada Comunidad o Grupo de Liturgia los escoja y los adapte a su realidad.



ENCENDIDO de la TERCERA VELA de la CORONA DE ADVIENTO

(Como en los domingos anteriores, la corona es el único adorno floral del altar. Hoy la puede encender la persona que tenga más fama de inconformista en la comunidad o que trabaje de forma más entregada en las instituciones civiles: el ayuntamiento, sindicato y la asociación de vecinos o de tipo profesional)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, la comunidad me ha designado hoy para prender esta tercera vela, que se une a las otras, para ofrecer ya una llama y una luz más poderosas. Quieren ser signos del compromiso en medio de la sociedad civil. Señor, que los y las que creemos en Ti, descubramos que el compromiso político y sindical es una forma de expresar la caridad. Despiértanos, Señor, de nuestro letargo y ayúdanos a que nuestra presencia en medio de la sociedad sea un signo de que Tú estás viniendo a nosotros, cuando hacemos posible que la justicia, la libertad y la paz sean las características de la vida ciudadana.


PRESENTACIÓN DE UN PANTALÓN TEJANO

(Esta ofrenda la debe hacer uno de los jóvenes de la comunidad, chico o chica, da lo mismo)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, ahí tienes un pantalón tejano. Es el símbolo, desde hace años de la cultura juvenil. Tras él se esconde nuestra sed de consumo, que se manifiesta en la moda, la música, las motos, las diversiones, el alcohol, cuando no en la droga. En todas esas cosas buscamos la felicidad. Y, la verdad, es que nos dura demasiado poco. Con este pantalón, Señor, quisiera expresarte que, ojalá, nuestra búsqueda de alegría y felicidad supiéramos enfocarla hacia Ti y en Ti encontráramos su satisfacción.


ACTUACIÓN DE LOS NIÑOS

(Esta ofrenda, que quiere significar la alegría de la comunidad, puede consistir en una actuación musical, teatral o un baile, de acuerdo a las posibilidades de los niños y de las niñas o de los/las jóvenes de la comunidad. En primer lugar, se procede a la actuación y, concluida, quien la ha preparado o dirigido hace oralmente la ofrenda)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, hoy te hemos traído la alegría de la comunidad en esta breve actuación de nuestros más pequeños y pequeñas. Seguro que se te ha conmovido un poco tu corazón de Padre. No permitas que esta alegría se marchite a lo largo de la vida. Haz que se incremente de la misma manera que nuestra esperanza en la vuelta definitiva de tu Hijo para inaugurar tu Reino, en el que niños y niñas, como éstos/as, serán los primeros.


INICIO DEL MONTAJE DEL BELÉN

(Reivindicamos este año el Belén. Previamente se debería haber montado la infraestructura sobre la que irá. En este momento, algunas personas se adelantan y colocan con la mayor celeridad posible las figuritas de personas que figurarán en él. Concluida la operación, una de ellas hace la ofrenda:)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Señor, hoy hemos iniciado el montaje del Belén de nuestra comunidad. Con ello queremos expresar nuestro deseo de prepararnos a la Navidad de tu Hijo. Hoy hemos situado las figurillas que representan a las personas. Evocan tanto los y las que rechazaron y no quisieron saber nada de tu Hijo, como aquellos/as pocos/as, más bien pobres, que fueron capaces de divisar bajo la apariencia humilde de un niño recién nacido la profundidad de la divinidad. Como éstos/as pocos/pocas quisiéramos ser nosotros y nosotras.


PRESENTACIÓN DE LA “OPERACIÓN KILO”

(Hoy sería un buen momento para presentar alguna acción de este tipo, si se quiere realizar. Es necesario ser conscientes de que una acción de éstas, bien planteada, es la mejor de las catequesis acerca del sentido de la Navidad)

ORACIÓN - EXPLICACIÓN: Dios y Padre nuestro, Tú has querido COMPARTIR con nosotros y nosotras cuanto tenías, y soñabas con lo mejor para que pudiéramos ser plenamente felices. Para llevarlo a cabo, decidiste darnos lo más entrañable que tenías: tu mismo Hijo, el amado, para que compartiera todo con nosotros y nosotras. Hoy te presentamos esta acción, la “OPERACIÓN KILO”, porque quiere ser signo de ese compartir en nuestra comunidad y, especialmente, con los/as que peor lo pasan en nuestro entorno. Acepta, Padre, esta ofrenda; hazla fecunda y generosa y signo de solidaridad.

Prefacio

(Tras el ofertorio, todos se ponen de pie y toman parte en la oración de Acción de gracias, diciendo: «LLENA, SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA Y ESPERANZA»).

Te alabamos y te bendecimos, Dios Padre,
porque Tú eres el Dios de la Vida.
Creaste todas las cosas de la nada
y dejaste en ellas tu misma señal.
Perdonaste al hombre, cuando rompió tu amistad
y, justo entonces, le dijiste palabras de esperanza.
Elegiste a un pueblo de entre todos los de la tierra,
y le diste a Abrahán, el padre de la fe,
y a Moisés, el caudillo del éxodo,
y a los jueces, reyes y profetas,
que les condujeron por los avatares de la historia,
diciendo tu palabra y mostrándole tu voluntad.
Le defendiste de sus muchos enemigos,
volviste sus penas en cantares
y le hiciste objeto de tu amor misericordioso.
R/. «LLENA, SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA Y ESPERANZA»).

Llegada la plenitud de los tiempos,
hiciste que tu Hijo tomara carne entre nosotros.
Le saludaron con alegría los ángeles,
reconocieron en Él tu rostro los pastores
y unos reyes o magos, guiados por tu estrella,
le ofrecieron dones, como al Rey de Reyes.
Sus palabras y gestos fueron la esperanza de los y las pobres,
el alivio de toda pena humana,
la alegría de los de corazón generoso.
Colgado de la cruz tuvo el valor
de saber orientar nuestras penas y contradicciones,
al abrir de par en par su corazón
y enseñarnos lo que es poner en tus manos la confianza.
Resucitado de entre los muertos
prendió la alegría
en los corazones de sus discípulos y discípulas
y les regaló tu Espíritu Santo,
que los selló en el gozo de la fraternidad.
R/. «LLENA, SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA Y ESPERANZA»).

Nosotros, ahora, Señor, queremos cantar tu alabanza,
porque Tú vienes de nuevo a nuestro encuentro,
eres la causa de nuestra alegría y esperanza.
Nos invitas a cambiar el corazón,
a comprometernos precisamente
con los y las que carecen de alegría,
porque sabemos que nuestra solidaridad
y una vida planteada desde la justicia y el amor,
es también condición necesaria
para que nosotros y nosotras vivamos la alegría
con otros hermanos y hermanas que Tú nos has confiado.
R/. «LLENA, SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA Y ESPERANZA»).

Haz, Señor, que la alegría que plantes en nuestro corazón
la contagiemos al mundo y a cuantos/cuantas nos rodean.
Que nos comprometamos en hacer de la vida una fiesta,
que enjuguemos las lágrimas de los y las que lloran,
que repartamos el pan y el trabajo,
que ayudemos a levantarse a los caídos y caídas,
que incorporemos a los marginados y marginadas,
que, con nuestra compañía, desaparezcan la soledad,
que sembremos por doquier amor fraternal,
porque sólo, así, haremos posible
que a este mundo nuestro, deforme por el egoísmo,
venga definitivamente tu Reino.
R/. «LLENA, SEÑOR, NUESTRO CORAZÓN DE ALEGRÍA Y ESPERANZA»).

Monición de Despedida

Hermanos y hermanas: hemos participado en la mesa del Señor Jesús. Seamos conscientes de que hemos recorrido una parte importante del camino del Adviento. Hoy se nos invitaba al gozo y a la alegría, a ser testimonio con nuestra vida, y llevar la esperanza a los hermanos y hermanas. ¡Ojalá lo vivamos así durante esta semana!

Reflexión para este día

“El Espíritu del Señor está sobre mí;
me ha enviado para anunciar el Evangelio a los pobres”




Seguimos avanzando en el CAMINO de ADVIENTO. Es, pues, nuestro caminar con la esperanza de ENCONTRARNOS de nuevo, con nueva fuerza, con el Señor que nos salva, la que nos va animando y marcando el ritmo de nuestra andadura.

Ya hemos pasado más de la mitad de este tiempo. Y la imagen más adecuada es la de la MADRE en la espera tensa, dulce y entrañable del hijo o de la hija que lleva dentro de sí misma. Y la madre que espera a su hijo o hija lo hace activamente: ella misma se va preparando, tanto física como sicológica y anímicamente, como también en todo el resto de detalles: los preparativos, las casa, las cosas necesarias. Ella no está ociosa. Sus manos, su mente, su corazón, todo su ser está actuando para que la venida del nuevo ser no le coja desprevenida y a éste no le falte nada.

Bella imagen ésta de la madre. Así es el ADVIENTO CRISTIANO. Y en este domingo un doble mensaje y, además, claro:

* Primero: “Estad siempre alegres”: es la invitación de la Palabra de Dios y esto porque “el Señor está cerca”.

* Segundo: “cambiad”, “compartid” será la invitación del Bautista, para así poder ser bautizados y bautizadas en el nuevo Bautismo del Espíritu del Salvador.

¡Es necesario SEGUIR CAMINANDO!
¡El Señor está CERCA!

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