1.- Levantaos, alzad la cabeza, estad siempre despiertos y manteneos en pie ante el Hijo del Hombre que viene.
Jesús describe con fuertes rasgos la esperanza cristiana:
a) –levantaos no os quedéis sentados, oprimidos por el pesimismo, aguantando estoicamente lo que sucede y os sucede
-levantaos para luchar por un mundo mejor en espera del mundo nuevo
-levantaos para poneros en marcha hacia el futuro que se presiente ya cercano, que está ya en medio de nosotros.
-levantaos como se levantó el ciego Bartimeo el ciego, al sentir el paso del Señor.
-levantaos como se alzó el paralítico y tomó en hombros su camilla.
-levantaos como se puso en pie Zaqueo para agradecer al Señor la venida a su casa y prometer su conversión.
b) –alzad la cabeza no andéis cabizbajos rumiando humillados vuestra esclavitud a las propias personas o a los demás
–aguantando lo que parece inevitable –mirando sólo a la tierra sin ánimos para mirar el cielo
–sentados y cabizbajos con la típica imagen del hombre derrotado, apoyado en su casa de adobes, encubriendo su cara con el ancho sombrero, esperando que las cosas se arreglen solas.
-alzad la cabeza con orgullo de ser hombres, de ser cristianos, que tanto vale esto de que todo un Dios se hace hombre como nosotros.
-alzad la cabeza para barruntar la aurora que anuncia ya el día.
2.- c) -Estad siempre despiertos, no con los ojos cargados de sueño como los apóstoles en el Huerto de los Olivos.
-estad despiertos como el siervo fiel que espera en trabajo y en vela la llegada de su Señor.
-estad despiertos como el centinela que hace la guardia.
-estad despiertos y contrastad lo que va ser el Reino y lo que es nuestra sociedad:
–Reino de amor fraternal contra odio y violencia asesina.
–Reino de justicia contra la injusticia, el soborno y el engaño
–Reino digno de seres humanos libres contra esclavitud de una buena porción del género humano.
-estad despiertos para entender que no podemos quedarnos mano sobre mano
d)-y manteneos de pie
–como María se mantuvo al pie de la Cruz
–como los caballeros del Reino ante su Rey
–como se alza en pie un pueblo dispuesto a ganar en su libertad
–como avanzan hombro con hombro y paso seguro los que están ciertos de la victoria.
3.- Esta es esperanza cristiana, que no es espera pasota, sino vigilancia activa y enérgica.
–es la esperanza dinámica de los tallos verdes apenas visibles entre los pardos terrones del surco, que con su propio esfuerzo llegarán a ondulantes campos de espigas.
–es el brote tierno de la higuera en que rebulle ya el fruto
–es el niño ya realidad lleno de esperanzas y futuro.
La esperanza cristiana con su esfuerzo adelanta la hora, como la esperanza de María adelantó la hora de los milagros de Cristo.
Es como quien tirando de la maroma atrae hacia la orilla, brazada a brazada, la barca difuminada en la niebla del río.
Sepamos esperar la venida del Señor, haciendo camino hacia Él.
José María Maruri, SJ
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